distancia: 10,7 Km.
desnivel: 523 m.
altitud min: 1759 m. altitud max: 2144 m.
dificultad: media
Ruta semi-circular que partiendo del puerto de la Morcuera sube hasta Bailanderos para recorrer de regreso el tramo más oeste de la Cuerda Larga, pasando por la Najarra.
La Cuerda Larga es uno de los principales ramales montañosos de la Sierra de Guadarrama .Esta línea montañosa tiene una longitud de 16 km en línea recta sobre mapa (25 km en recorrido completo de ida a pie). Comienza en el Puerto de Navacerrada (extremo oeste) a una altitud de 1.858 m. y termina en el puerto de la Morcuera (extremo este), a una altitud de 1.796 m.
Bailanderos (2133.) y la Najarra (2120m.) , aún siendo dosmiles son muy asequibles , ya que partimos de un puerto, y no tienen dificultades técnicas. Administrativamente se encuentran entre los términos municipales de Manzanares el Real, en su cara sur, y Rascafría, en su cara norte.
Para llegar al punto de inicio desde Madrid hay que llegar a Miraflores de la Sierra y coger la M-611 dirección Rascafría. Poco antes de coronar el puerto veremos el aparcamiento a la izquierda de la carretera.
Iniciamos la ruta junto al cobertizo y el mojón que nos indica que estamos en “la puerta de la Cuerda Larga”. Aquí nacen unas escaleras que permiten subir el puerto sin tener que caminar por la carretera . Atravesamos la puerta abierta en la empalizada antiventisca que protege la carretera para coger el sendero PR-M11 que asciende suavemente hasta la línea cimera y la recorre hasta el puerto de Navacerrada.
A nuestra izquierda la ladera la la Najarra salpicada de roquedales. Vicente Alexandre lo describe así en uno de sus versos: “ ...Arriba está ese monte, monte o montaña hirviente que en su entraña solo piedras agita..”.
(1Km.) Cruzamos el arroyo de la Najarra, casi en su nacimiento, pasando por la izquierda de los restos de un antiguo molino. Estamos a finales de abril y aún tenemos que cruzar algunos pequeños neveros y un reguero de agua, producto del deshielo.
(2,2Km.) Ya casi en la línea cimera, el camino pasa junto al pedregal que hay bajo unas afloraciones rocosas, aquí parte un sendero hacia la izquierda, señalizado al principio con hitos entre la piedras, que sube hacia la Najarra by que cogeremos a la vuelta. Ahora continuamos por el PR-M11.
Unos metros más arriba nos espera un rebaño de cabra montés, su presencia es muy habitual en esta zona, nos acercamos a fotografiarlas. Abajo Rascafría y el Paular.
Unos metros más arriba nos espera un rebaño de cabra montés, su presencia es muy habitual en esta zona, nos acercamos a fotografiarlas. Abajo Rascafría y el Paular.
Ya en el collado de la Najarra comenzamos a sufrir el fuerte viento que nos castigará por toda la cuerda, y que nos obligará a volvernos desde Bailanderos, aunque nuestra intención era subir hasta Asómate de Hoyos. Nos cobijamos al abrigo de las rocas para tomar un tentempié. Las vistas al menos son estupendas.
Hacia el sur, el embalse de Santillana y los llanos de Colmenar, el inconfundible paisaje pedricero: cerro de los Hoyos, la Esfinge , cimas de las Milaneras y las Cuatro Torres se perfilan en el horizonte. Hacia el norte,los Montes Carpetanos, que culminan con las alturas del Peñalara.
Hacia el sur, el embalse de Santillana y los llanos de Colmenar, el inconfundible paisaje pedricero: cerro de los Hoyos, la Esfinge , cimas de las Milaneras y las Cuatro Torres se perfilan en el horizonte. Hacia el norte,los Montes Carpetanos, que culminan con las alturas del Peñalara.
vistas del monte de la Najarra desde collado de la Najarra |
El
camino sigue por la cima sorteando los roquedos, que se agradecen por
la protección que nos ofrecen ante la ventolera que va en aumento, y atravesando algún otro nevero.
(3,4Km.) iniciamos la subida por la loma de Bailanderos, se acaban los roquedos y estamos totalmente expuestos al viento. Incluso un buitre que vuela perpendicular a la cima, parece tener que vérselas con las corrientes de aire, y desciende casi a ras de los matorrales.
En cuanto encuentran un sitio resguardado, los niños se niegan a seguir. Los mayores continuamos el trecho que resta para llegar a lo alto de Bailanderos. El nombre de Bailanderos viene de los grandes bloques rocosos que cubren su cima y que se balancean ligeramente, con el simple peso de una persona, al no apoyarse firmemente unos con otros. Los pastores que recorrían la sierra en busca de pasto le pusieron este nombre.
Unos minutos para hacer las fotos de rigor:Asómate de Hoyos que comienza a estar cubierto por las nubes. Peñalara con su manto de nieve. Y todos los montes Carpetanos hasta Somosierra.
macizo de Peñalara, montes Carpetanos y somosierra desde Bailanderos |
Y emprendemos el regreso por el mismo camino hasta llegar a la bifurcación donde nace senda continua por la arista de la montaña para subir hasta la Najarra.
Nos dirigimos hacia el refugio de la Najarra, que se ve allá arriba encaramado en una punta del roquedo.Antes de comenzar a subir la pendiente, a la derecha tenemos unas buenas vistas en el portacho que se abre entre 2 peñas.
(7,2km.) Dejamos el refugio a nuestra derecha, la subidita nos ha acabado de abrir el apetito y los niños exigen comida. Nos dirigimos a las rocas que está a nuestra derecha y hacemos la parada de la comida. En realidad falta muy poco para llegar a la Najarra, que también tiene sitios abrigados .
Después de comer continuamos por la senda evidente. La pendiente se suaviza y la arista es cada vez más roma hasta que desemboca en una amplia meseta, en cuyo centro se alza el peñón cimero de la Najarra (2.106 metros) con su vértice geodésico.
Para la bajada, buscamos la senda que parte a los pies del peñón donde se ubica ell vértice geodésico, por su lado norte. Esta senda descarnada desciende entre el piornal y casi en línea recta, pegada a una vieja alambrada, de la que apenas quedan los postes verticales que la sustentaban clavados en el suelo. Luego la senda sortea por la derecha los afloramientos rocosos, hay que prestar atención a las marcas verde y blanca para no perder el camino.
Al llegar a la altura del pinar, nuestra primera intención es bajar entre los pinos, pero hay demasiada nieve acumulada, por lo que optamos por saltar la pared de piedra y bajar por campo abierto hasta el punto de inicio.
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