Pico Anie (o Auñamendi)

Ruta : ida y vuelta
Distancia: 11 Km
Desnivel: 585m      altitud min: 1675m     altitud max.: 2211
Dificultad: media

 Ruta de aproximación al pico Anie, también llamado Auñamendi, considerado un pico sagrado en la tradición vasca. Empezamos la ruta a media mañana y nos quedamos a 1 hora de la cumbre. Decidimos volvernos para evitar que se hiciera de noche en una zona donde es bastante fácil perderse. De hecho a la vuelta encontramos a una pareja que estaba completamente desorientada . Aconsejable llevar GPS, las nieblas frecuentes y el agreste paisaje kárstico dificultan la orientación. Las simas , no balizadas, tambien suponen un peligro que exige mucha precaución, especiamente con niños.

El punto de inicio está junto al edificio de las pistas de esquí de la Contienda.

Para llegar alli, desde la localidad de Isaba, se coge la NA-137 dirección Francia, a 25km llegamos a una curiosa curva helicoidal, al comienzo de la misma a la derecha hay un amplio parking.
 Cruzamos la carretera y comenzamos la caminata en la pista que  parte a la derecha del centro de esquí.


Seguimos las indicaciones de la pista azul de la Contienda .











Pronto llegamos a una pradera con dos pequeñas lagunas.

Ascendemos todo recto hasta el collado de Pescamou, dejando a nuestra izquierda el Pico Arlas

Foto en el collado con el Pico Arlas de fondo y vistas de la otra vertiente del collado

Nos vamos a la derecha, siguendo una senda que ya empieza a estar señalizada con marcas amarillas, en dirección al pico Anie

Dejamos atrás una caseta metálica, y vamos entrando en el karst de Larra, ahora el sendero señalizado también con hitos.

El camino se va haciendo mas exigente, roca irregular y quebrada, con grandes grietas y simas. El paisaje es imponente, caminando en medio de una inmensa masa de roca caliza.

Superados dos tramos de pasos estrechos llegamos a un collado

a la derecha encontramos un pequeño y curioso valle de rocas, con grandes grietas donde paramos a comer, con el Anie enfrente.

Todavia queda un buen trecho, y ya no tenemos tiempo. Además la niebla está subiendo. Regreso por el mismo camino, ahora las marcas más visibles son unas anchas manchas rojas. Coronar el Anie será una experiencia que tendrá que esperar a una mejor ocasión. Aún así, el paseo ha valido la pena.

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