martes, 17 de mayo de 2016

Las Calderas de Neila

Ruta circular
distancia: 12,5Km.
desnivel: 458m. 
altitud min: 1620m.      altitud max. 1824m.
dificultad: alta

Ruta semicircular por las Calderas de Neila desde Quintanar de la Sierra (Burgos) , un paraje situado al sur de la Campiña. Es una ruta dura y poco señalizada, apenas algunos hitos por el interior del cañón,  pero es una ruta variada, aventurera y  muy divertida.

La acción combinada del viento, el hielo y las aguas del rio Palazuelos han modelado un singular paisaje, creando un cañón con altos farallones de rocas y un caos de bloques de piedra amontonados en su interior que hay que ir salvando atravesando callejones, agujeros en la roca, descendiendo toboganes o saltando de roca en roca para evitar mojarse las botas. El agua del rio aparece y desaparece entre las rocas formando cascadas y preciosas pozas.

La ruta documentada en las web de información turística de la zona es la que baja desde la Laguna Negra de Neila. Lo intentamos el primer dia que fuimos a visitar las Lagunas, pero la niebla nos hizo desistir del empeño. Como preferimos rutas que comiencen con desnivel positivo para que el retorno sea más llevadero para los niños, para  nuestro segundo intento buscamos una aproximación al cañon desde abajo, y el resultado es esta ruta que describo a continuación.

Para llegar al punto de inicio nos dirigimos a la población de Quintanar de la Sierra. Llegando por la CL-117, entramos al pueblo por la carretera Trascastillo que pasa a ser calle Trascastillo y poco mas adelante se ensancha, y hay 4 calles por donde seguir: a la izquierda, a la derecha  y de frente tenemos un edificio con una placa de “calle Juventus”y dos calles que suben a los lados del edificio. Hay que seguir por la calle de la izquierda (que sigue llamandose calle Trascastillo) y continuar por ella hasta que termina el asfalto y comienza a ser pista forestal. En estas imagenes se puede ver el giro a la izquierda hacia la pista y el trazado de la pista hasta el punto de inicio.




Por la pista podemos subir unos 5-6 km. después el paso  con los coches se complica, baches y surcos formados por las riadas de agua de lluvia. Nosotros, pensando que nos quedaba mucha pista, nos ponemos manos a la obra a rellenar con piedras y troncos los agujeros para poder continuar. Avanzamos así unos 500 metros y decidimos aparcar a un lado los coches. Comenzamos a caminar y vemos que no valía la pena el esfuerzo,  ya quedaba poco tramo de pista. 



200m. caminando y termina la pista que pasa a ser un camino entre los pinos. El agua brota por doquier.  A 3,6Km del inicio cruzamos un arroyo, que más abajo acaba uniendose al arroyo Palazuelo. 




200m. más y  llegamos junto a unas rocas que anuncian la proximidad de las Calderas. Aquí hacemos un breve descanso y nos adentramos en el nuevo paisaje.




Un pequeño arroyo discurre por la roca. A la derecha del arroyo el pinar, a la izquierda una especie de plano inclinado de roca, salpicado de algún pino suelto y brezos. No vemos claro el paso por el pinar de la derecha, así que optamos por cruzar el pequeño arroyo y subir por la zona rocosa de la izquierda, ya encontraremos en la parte alta la entrada al cañón para regresar por su interior.  Fue una buena decisión. 





El agua avanza entre las rocas formando pequeños saltos de agua.




La siguente poza es más grande y con una cascada de mayor desnivel.



El barranco va ganando profundidad y parece prudente alejarse del borde. Caminar por la explanada de piedra tampoco es fácil, grandes brechas y grietas dificultan  el paso y hay que  esquivarlas o bajarlas y subirlas donde es posible. 




Me acerco a asomarme al cañón, ya se va abriendo y se puede ver un camino por su interior. Vuelvo a alejarme y a caminar por la roca.  Desde este punto se otea el pueblo.



Otra aproximación al cañon,  en su punto de altura más vertiginosa. 





Y de nuevo nos alejamos buscando un paso entre los arbustos y el laberinto de piedras..








.. hasta llegar a la cabecera del barranco, aquí es mucho mas abierto, una vaguada de poca profundidad. Buscamos un lugar con sombra bajo una roca, hora de comer y descansar las piernas castigadas.





Cruzamos el barranco para bajar por el interior del cañón con el arroyo a nuestra derecha, por la senda que se aprecia entre los arbustos. 





El camino se complica, avanzando entre el caos de rocas amontonadas.




Llegamos a este mirador, un cortado con una buena caida que hay que salvar pasando por una cueva-pasadizo en la pared del cañon, a nuestra izquierda. Desde el agujero de salida una bajada empinada a una pequeña zona herbosa que nos da otro respiro.




 Desde este punto se ve el arroyo salir de una oquedad a la que se puede acceder por un reborde estrecho en la pared de la derecha, donde se ha instalado una cuerda para poder asirse. Luego una pequeña trepada , unos pasos dados  con sumo cuidado por la piedra resbaladiza sin pooder evitar mojarnos un poco las botas. Todo sea por acceder a esta inesperada y maravillosa poza, un escenario paradisiaco. A los más pequeños, les toca esperar fuera. Demasiado arriesgado.




Y seguimos de sorpresa en sorpresa, hay que pasar por un ojo en la piedra, saltar acá, descolgarnos allá, hacer equilibrios para no acabar con las botas en el agua...






Y llegamos a este punto donde no podemos continuar:
No se aprecia bien en la fotografía, pero despues de los cantos rodados hay un agujero por donde se cuela el agua, lo suficientemente ancho para que se meta una persona, pero saldría empapado. Y bajar por la caida que se ve un poco más adelante también se ve peligroso , sobre todo para los niños. Tenemos que dar marcha atrás a buscar los hitos que nos señalan la subida hasta la parte alta del cañon.

Desde arriba echamos un vistazo a la bajada que tendriamos que haber realizado en el punto donde nos dimos la vuelta, parece muy complicada:
la salida del agua está como 2 metros más a la izquierda del agujero por el que entra en la roca, una especie de tobogan en curva y con agua, como en los parques acuáticos. se ven unas cuerdas sujetas en la pared para descolgarse y  terminar de salvar el desnivel.



Vemos desde arriba la última y chulísima poza del dia, con su cascada interior y regresamos por el mismo camino del pinar hasta los coches, cansados pero encantados con esta ruta.


Algunas flores que vimos por el cañon:



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2 comentarios:

  1. Hola Nuria.

    Extraordinario recorrido, yo lo voy a intentar hacer esta semana, pero añadiéndole la circular a la Lagunas de Neyla, a ver como están las calderas, porque con lo que ha nevado y llovido este invierno/primavera, no se como estará de agua.

    Un saludo

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    1. Hola Eduardo,
      las lagunas + la caldera es una ruta fantástica, nosotros con los niños no nos atrevimos a tanto, pero ganas no nos faltaron.Ahora en verano podrás darte algúno bañito en las pozas. Espero que la disfrutes tanto como nosotros!
      un saludo

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