distancia: 14,2 Km.
desnivel: 708 m.
altitud min:1361 m. altitud max: 1881 m.
dificultad: Media - Alta
Ruta circular desde el Alto del León o Puerto de Guadarrama que recorre la línea cimera en dirección noreste, siguiendo el trazado del GR-10, hasta llegar a la Peñota. Regresa por el mismo camino hasta el Cerro del Mostajo para coger una trocha que desciende la ladera madrileña hasta enlazar con el Camino de los Lomitos. Bajo el collado de la Sevillana, abandona el camino para subir hasta allí por una senda que avanza junto al tendido eléctrico hasta enlazar de nuevo con el GR-10 y finalizar en el punto de inicio.El descenso por la trocha llega a hacerse pesado, pero luego el camino de los Lomitos es muy cómodo y la subida final es corta.
En el recorrido por las cumbres encontraremos numerosos restos militares de la Guerra Civil. Hay muchos más por los alrededores, que requerirían una ruta dedicada a visitarlos. También valdría la pena recorrer con tranquilidad los roquedos de la peña del Arcipreste de Hita. Una posibilidad que anotamos en nuestra agenda para futuro.
Para llegar al punto de inicio: El puerto está en el km. 57 de la carretera de la Coruña. Por la vertiente segoviana se sube desde San Rafael y por la vertiente madrileña desde Guadarrama. Subiendo desde Guadarrama, el aparcamiento está a la izquierda de la carretera. Rodeando el monumento del león, nos vamos a la izquierda, donde está el Restaurante “Alto del León” y un aparcamiento. Un letrero indica que está reservado para clientes. Un poco más abajo hay una amplia zona de aparcamiento libre.
El Alto del León o Puerto de Guadarrama es un paso de montaña en la sierra de Guadarrama que comunica la provincia de Segovia y la Comunidad de Madrid por la carretera de La Coruña (N-VI). La vertiente madrileña del Puerto de Guadarrama se sitúa dentro del término municipal de esta localidad, por lo que este es el nombre oficial del puerto.
Aunque el uso de este puerto data de la época romana, era un paso prácticamente intransitable hasta que en 1749 , durante el reinado de Fernando VI, se inició la construcción un nuevo camino pavimentado. Al finalizar las obras levantaron un monumento conmemorativo: una columna sobre la que descansa un león que apoya sus garras sobre dos globos que simbolizaba la hegemonía de España sobre los dos mundos (Europa y América). Desde entonces este puerto también se conoce con el sobrenombre de “Alto del León”.
Iniciamos ruta cruzando la carretera junto al monumento, prestando mucha atención a los coches que suben por ambas vertientes. El trazado del GR-10 se ve claramente partiendo del arcén.
(0,2 Km.) Atravesamos la alambrada por una cancela. Entre pinos vamos atravesando el Cerro de la Sevillana.
(0,9 Km.) Pasamos junto a las ruinas de una vivienda de catenaria: un cobijo para las tropas. Este tipo de construcción tiene planta rectangular con una cubierta abovedada. y descendemos hacia el collado de la Sevillana (1,1km.)
El Alto del León, junto a los otros puertos de la Sierra de Guadarrama y Somosierra fueron puntos de gran importancia estratégica durante la Guerra Civil española por ser lugares de paso obligatorio para las tropas nacionalistas que querían entrar en Madrid. Tras el alzamiento nacional iniciado en Melilla el 17 de julio de 1936 para derrocar al gobierno de la Segunda República, Madrid permanece leal a la República. La ocupación de la capital se convierte en objetivo prioritario para el bando nacional. El 21 de julio los mandos de ambos bandos deciden ocupar militarmente el puerto. Tras durísimos y cruentos combates, ofensivas y contraofensivas, en el mes de septiembre las posiciones ocupadas por cada bando se estabilizaron permaneciendo sin cambios durante toda la contienda. Del tramo de la línea cimera que recorreremos el bando nacional ocupó el Alto del León y el Cerro de la Sevilla y el bando republicano el Cerro de Matalafuente.
(1,9Km.) Mirador del Arcipreste de Hita. En un panel con foto panorámica están señalados las cumbres y lugares más destacados de la vertiente segoviana visibles desde esta altura(alguna errata creo ver). Segun reza el texto, estos paisajes han sido motivo de inspiración para grandes escritores como Juan Ruiz Arcipreste de Hita, Rafael Alberti, Miguel Hernández o Camilo José Cela.
(2,2 Km.) El paraje comprendido comprendido entre el Collado de la Sevillana y la Peña del Cuervo fue declarado en 1930 “Monumento natural de interés nacional de La Peña del Arcipreste de Hita” para conmemorar los seis siglos del «Libro del Buen Amor».A nuestra derecha, más allá de la alambrada, está la peña granítica de caprichosas formas.
Dejamos para futuras ocasiones una vista más prolongada por este entorno, que pinta ser muy agradable, para recorrer los roquedos, buscar la inscripción en las rocas, el baúl con ejemplares del libro del buen Amor y el libro de firmas (confiaré en que siguen existiendo) y el manantial que brota a los pies de la peña.
Dejamos para futuras ocasiones una vista más prolongada por este entorno, que pinta ser muy agradable, para recorrer los roquedos, buscar la inscripción en las rocas, el baúl con ejemplares del libro del buen Amor y el libro de firmas (confiaré en que siguen existiendo) y el manantial que brota a los pies de la peña.
(2,3 Km.) Iniciamos la subida por la ladera del cerro de Matalafuente, a izquierda y derecha vemos muros, parapetos y puestos atrincherados.
(2,8 Km.) Casi en lo alto del cerro, a la izquierda del camino, hay una construcción más sólida que las anteriores, con muros levantados sobre grandes bloques rectangulares de piedra. Una posición estratégica desde la que se controlarian las posiciones inferiores.
(3 Km.) El camino cruza al lado derecho de la alambrada por un torno giratorio. Con la cresta dentada de la Peñota a la vista, iniciamos el suave descenso al collado de Matalafuente. Continuamos con el sube-baja habitual de las líneas cimeras, en este caso bastante suave por las achatadas alturas, ascendiendo hacia el cerro del Cuervo, viendo más fortines.
(3,9 Km.) Llegamos a la altura de unos riscos graníticos a la derecha del camino. Un mojón de cemento sobre una roca nos indica que podemos considerar este punto el inicio de la alargada cima del cerro del Cuervo. Encaramándose a las rocas se logra una buena vista de la vertiente madrileña. Las rocas están salpicadas de pilancones, producto de la erosión del agua y los hielos. En una gran roca redondeada, los pilancones han diseñado un emoticono. :o
Mirando en la dirección de la marcha, hacia la lado izquierdo tenemos el cordal de la Mujer Muerta, formado por tres montañas: La Pinareja (2.197 m.), la Peña del Oso (2.196 m.) y el Pico del Pasapán (2.006 m.). Aunque la silueta de la mujer que yace con los brazos cruzados sobre el pecho se aprecia mucho mejor desde el lado segoviano, desde aquí también se perfilan aunque más vagamente el rostro, el pecho y los pies, dibujados por los 3 picos citados en ese orden.
(4,2 Km.) Pasamos sobre el muro de piedra que sube perpendicular del lado segoviano y hace esquina para continuar por la linea de cumbre y divisoria de las 2 provincias. Otro mojón de cemento señala el final de la cima de la Peña del Cuervo. Descendemos hacia el collado del Mostajo y afrontamos la subida al cerro del mismo nombre.
(5,3 Km.) Hacemos una parada a escasos metro por debajo de la cima del Cerro del Mostajo, aprovechando unas rocas cercanas. Coronaremos el cerro más tarde, a la vuelta. Nos queda la subida más fuerte y algunos quieren desertar y regresar desde aquí. Pero sería una verdadera lástima estar bajo la Peñota y no llegar a encaramarse a sus crestas. Entre unos pocos conseguimos tirar del grupo. Ya queda muy poco!
(5,7 Km.) Collado de Gibraltar. Emprendemos la subida a la Peñota pausadamente.
(6,3 Km.) Nos vamos a la derecha, pasando al otro lado del muro por un paso donde se ha rebajado la altura, para ir subiendo por la cara sur de la Peñota. Dejamos a la izquierda un vivac y vamos a rodear el tercero de los riscos, el más bajo, de esta montaña con tres cumbres. Ahora toca trepar y caminar entre rocas. Pasamos bajo peña conocida como Anubis. También la llaman la Esfinge o el Indio. Cuando la hemos sobrepasado, volviendo la vista atrás comprendemos la razón del nombre, ya que dibuja una cara de afilado perfil. Un poco más adelante, de frente, también se adivina un rostro de perfil. Este si que me parece un indio con su pluma incluida.
Muy a mi pesar, decidimos no continuar subiendo. 2 veces hemos venido a la Peñota y ninguna la hemos recorrido completa. Nos vamos a la izquierda, buscando un punto alto con vistas.
(6,6 Km.) Encontramos un balcón donde comer bajo un sol primaveral (aunque todavía es invierno) y asomados a los pinares que cubren el valle del río Moros. Por encima del manto verde, la sierra de Quintanar, la Mujer Muerta, el Cerro Minguete y despuntando tímidamente por la derecha de este último, la cima del Montón de Trigo.
(6,6 Km.) Encontramos un balcón donde comer bajo un sol primaveral (aunque todavía es invierno) y asomados a los pinares que cubren el valle del río Moros. Por encima del manto verde, la sierra de Quintanar, la Mujer Muerta, el Cerro Minguete y despuntando tímidamente por la derecha de este último, la cima del Montón de Trigo.
Reanudamos la marcha desandando el camino.
(7,9 Km.) Subimos a la cima del cerro del Mostajo. Aqui el muro de piedra está rebajado dando acceso a una senda que baja trochando colina abajo.
(8 Km. ) Pasamos por la izquierda de una construcción en ruinas. Dejamos atrás una mancha de pinos. La senda baja pegada a la alambrada que queda a nuestra izquierda. La bajada es fácil aunque pronunciada: El terreno está muy seco y lo más molesto es el polvo que levantan los que van en cabeza.
(8,7 Km.) La senda cruza al otro lado de la alambrada. Desde aqui tenemos una vista completa de la escarpada cara sur de la Peñota, en la que se sobresalen claramente sus 3 cimas. Pasamos junto a un olivo solitario, acercándonos de nuevo al vallado.
(9,2 Km.) De nuevo atravesamos la alambrada, esta vez por unas puertas metálicas con cerrojo.
(9,3 Km.) La senda finaliza en el PR-30 o Camino de los Lomitos. Una amplia y cómoda pista cogemos a la derecha y que que recorre la ladera ganando altura pausadamente. El camino cruza un par de regatos.
(10,3 Km.) Cruzamos el Arroyo de los Irrios. Unos metros después hay una fuente, sin gota de agua. Volvemos hacia al arroyo, se agradece el agua fresca. Podemos llenar de nuevo las botellas en un pequeño chorro que forma el agua al bajar entre las rocas. Más abajo está el embalse de los Irrios, en el término de Los Molinos, que recoge este caudal de agua. El camino continúa por medio del pinar y acaba muriendo en la N-VI. Pero nos desviaremos poco antes ya que preferimos evitar la carretera.
(12,8 Km.) Nos desviamos a la derecha para subir por un sendero que avanza paralelo a las grandes columnas del tendido eléctrico hasta cortar el GR-10, cerca del collado de la Sevillana.
(13,2 Km.) Para acceder al GR-10 tenemos que cruzar la alambrada, en esta ocasión pasando gateando por debajo. y seguimos el Gr-10 a mano izquierda hasta llegar al puerto funalizando la ruta. (14,1 Km.).
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