Ruta circular
distancia: 6 Km.
desnivel: 408 m. altitud min: 826m. altitud max: 1335m.
dificultad:
Media
ATENCION: Ruta con una subida de varios metros por clavijas. No apta para
personas con vértigo o poco habituadas a trepar. Peligrosa con
agua/nieve/hielo.
La Torreta de los Porrones o Peña del Águila (1372 m.) es una de las cumbres del extremo SE de la sierra de los Porrones, también llamada cuerda de los Porrones o cuerda del Hilo, un pequeño cordal montañoso situado en la zona central de la Sierra de Guadarrama . Vista desde abajo, esta cumbre es una gran bola (o más bien una doble bola) que corona altanera un escarpado peñasco formado por un conglomerado de enormes bloques de piedra que se desparraman ladera abajo en forma de cono. Es como la guinda del pastel.
La tenemos a la vista desde el primer momento y es la mejor referencia ya que subimos casi en línea recta hacia ella. El desnivel es pronunciado.
Además de la trabajosa cuesta inicial, la segunda parte de la subida (llamada acertadamente “ la senda de las cabras”) se realiza primero triscando entre bloques rocosos y luego subiendo por la parte más escarpada del risco, unas paredes que se pueden escalar gracias a dos tramos de clavijas insertadas en la roca.
En esta peña hay zonas de cría de aves rupícolas, el tránsito de personas en las cercanías produce estrés en los pollos y abandono de nidos. Está prohibida la subida por la senda de las cabras durante los 7 primeros meses del año.
PUNTO DE INICIO: área recreativa de la Ermita de San Isidro en las afueras de El Boalo. Aquí hay un amplio aparcamiento, una fuente, mesas con bancos y una ermita. Es una ermita de construcción actual y está dedicada a San Isidro labrador, patrón de la localidad.
Para llegar a la ermita se pasa por El Boalo. Saliendo del núcleo urbano por la calle Cañada una pista de tierra nos lleva hasta el área recreativa.
Comenzamos por la senda que nace junto a la entrada del vallado de la ermita. Hay toda una maraña de sendas que se entrecruzan, la nuestra va casi en línea recta ladera arriba. No está de más llevar un track de la subida. Hay mucho paso por roca donde es difícil encontrar trazas de la senda y hay que guiarse por los hitos.
Vemos el cartel donde se informa de la prohibición de subir por esta senda entre enero y julio.
(0,2 Km.) Tenemos que cruzar un cercado para el ganado por una cancela rematada con palés, una valla de obras e incluso un somier.
Pasamos junto a un vivac.
Vistas a la planicie a pie de sierra donde se ubican varios pueblos El Boalo, Cerceda, Mataelpino, Moralzarzal, Becerril de la Sierra.. y las alturas que los rodean: la sierra del Hoyo de Manzanares, La Solana, Cabeza Mediana, Sierra del Castillo. El pico Abantos también se deja ver al fondo.
(0,8 km.) Pasamos bajo una encina de buen porte. No hay ni un árbol en toda la ladera, y aquí en la parte más pedregosa crecen de forma natural encinas, melojos y enebros emergiendo entre los roquedos. La senda va virando a la derecha. Vemos a lo lejos buitres sobrevolando las peñas.
(4,3 Km.) Cruzamos portones metálicos.
(4,6 km.) Sendero a la derecha de la pista. De nuevo, intentamos atajar para acortar la ruta, pero este sendero pasa por una finca privada. Además hay una alambrada incómoda de atravesar. He corregido el track para que siga por la pista hasta llegar perpendicular a la colada de Manzanares a El Boalo, que es la pista por la que pasamos con el coche por la mañana para llegar a la ermita.
Ruta del Boalo a la cresta de Porrones
ResponderEliminarSubí ayer (5-5-2023), para celebrar que cumplía 70 años (tengo que dar unas cuantas trepadas más, antes de que se me pase la edad) por el barranco del Robledillo hasta el collado de Valdehalcones, y -después de una buena comida en el bosque que hay tras la cresta y de una siesta estupenda- bajé por el mismo sitio.
Llevaba en la mochila un hornillo de gas, sartén, aceite, huevera con dos huevos, que estaban de muerte fritos, una ensalada majestuosa, fruta... y una colchoneta inflable para la siesta (como hacía en la montaña el Papa Juan Pablo II, para mí una gran fuente de inspiración). Lo único que eché en falta fue un sherpa o veinte años menos. Pero para ser septuagenario, no me va mal.
La ruta por la senda de las Cabras la hice hace un par de años, hasta las clavijas, donde un acompañante “vertiginoso” se arrugó, y nos volvimos por donde habíamos venido. Echo en falta en las fotos del blog alguna de las cabras de chapa metálica que hay en la ruta; tal vez porque no estuvieran aún, cuando la excursión fue hecha.
Estupendo el blog y estupendas las fotos. He disfrutado con la rareza de alguien que sabe escribir (riqueza de vocabulario, construcción sintáctica, etc.) y que, además, hace comentarios inteligentes: una verdadera originalidad. (Aunque en los últimos párrafos se han colado algunos acentos de más y otros de menos: portÓnes, Angulo, Aguila, incOmoda… y lo de “el nombre a la peña”, que podría ser “dado a la peña” o sencillamente “de la peña”). Manías de viejo periodista y profesor.
Gracias por compartir la ruta y disfrutar haciendo disfrutar.