distancia: 13,7 Km.
desnivel: 530m.
altitud min: 791m. altitud max. 1339m.
dificultad: media
Ruta circular desde el Tranco en Manzanares el Real por el GR-10 hasta los barracones de Canto Cochino, continuamos por senderos a buscar la trocha que sube hasta el Cancho de los Muertos pasando por el risco el Cáliz. Después nos acercamos hasta el Collado Cabrón para bajar por la senda que desciende cercana al arroyo del Risco y nos desviamos a visitar la Charca Verde. Regresamos al punto de inicio por una senda paralela al Manzanares y terminamos por el mismo tramo de subida del GR-10.No es una ruta difícil, pero va por senderos poco transitados y sin señalizar en algunos tramos por lo que es fácil perderse.
Para llegar al punto de inicio vamos hasta a Manzanares el Real y lo atravesamos por la avda de la Pedriza. Unos metros antes del inicio de la calle del Tranco, que nace a la izquierda de esta avenida, está el parking de la Pedriza en el arcén derecho de la carretera.
Aparcamos y vamos caminando por la calle del Tranco hasta llegar al último aparcamiento, al lado del restaurante casa Julián, y comenzamos la subida por la Garganta Camorza siguiendo las marcas rojas y blancas del GR-10. Un paseo agradable ya que es una subida suave con el rio Manzanares a nuestra izquierda.
Ya próximos a Canto Cochino tenemos en frente unos de los objetivos de la ruta, el Cancho de los Muertos.
Cruzamos por un puente el arroyo de la Majadilla . Unos 150 m. más y estamos junto a los Barracones de Canto Cochino. Aquí vemos dos carteles indicativos, el de la izquierda describe una ruta circular al Cancho de los Muertos que no es exactamente la que vamos a hacer ya que queremos pasar por el Cáliz. Caminamos por el sendero que sale a la izquierda del cartel, dirección a la Charca Verde, pero a 1,4 km lo abandonamos para irnos a la derecha por una senda, dibujamos una zeta y abandonamos esta senda para coger una trocha que comienza a la derecha y sube entre jaras hacia el pinar.
Echando la vista atrás contemplamos una amplia panorámica, de izquierda a derecha la Sierra del los Porrones y la Maliciosa, en el centro de la foto Cerro Ortigoso y en la mitad derecha al fondo la Cuerda Larga, con sus cimas desdibujadas por las nubes.
Hacemos un breve descanso junto a unas rocas, y continuamos subiendo.
Una panorámica a contraluz con Madrid al fondo reconocible por las 4 torres.
Ya vemos la silueta del Cáliz, aunque desde esta perspectiva más parece un perfil de la cabeza de E.T.
Ya a sus pies tiene una silueta imponente que semeja un gran cáliz en equilibrio sobre una base de rocas.
A partir de este punto caminamos entre rocas y la senda es apenas perceptible en algunos tramos por lo que recomiendo hacer esta ruta siguiendo un track. A pocos metros del Cáliz los niños nos llaman a gritos para que vayamos a ver su descubrimiento, este belen pedricero que ha durado más que la Navidad, a pesar del viento y las lluvias.
Nos gusta esta subida entre el roquedo, con el Cancho de los Muertos ya a la vista.
Llegando arriba, nos vamos a la izquierda para evitar las escalada por las rocas y llegamos a una zona despejada con vistas: el Pajarito y la Campana, aunque con esta perspectiva no se identifican bien. Al fondo las Torres de la Pedriza.
Nos vamos a la derecha para pasar por Peña Horcajo y buscar la senda que lleva al Collado Cabrón.
Antes de ir hacia el collado decidimos acercamos a echar un vistazo al Cancho de los Muertos por su lado sur. Nos encontramos con unos escaladores subiendo una de las paredes. Esta zona fue refugio de bandoleros en el siglo XIX y recibe este nombre por ser el lugar donde ejecutaban a sus víctimas despeñandolas desde lo alto de los canchales.
Desandamos el camino y ahora sí llegamos hasta el collado Cabrón.
Desde aquí iniciamos el regreso por la senda que discurre cercana al arroyo del Risco, hasta llegar a la casa vivero de la Charca Verde. Nos acercamos a ver esta preciosa poza.
Y regresamos hacia los barracones de Canto Cochino por una senda que discurre a la izquierda del rio Manzanares.
Desde los barracones bajamos hasta el Tranco por el mismo camino por el que subimos.
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