sábado, 13 de octubre de 2018

El Rocigalgo

Ruta circular
distancia: 20,8 Km.
desnivel: 918 m.
altitud min: 739 m.      altitud max: 1455 m.
dificultad: alta

Ruta circular  al Pico Rocigalgo desde la caseta de información del Parque Nacional de Cabañeros cercana al area recreativa “La Becerras”: En la ida recorremos el barranco del arroyo del Chorro, pasando por la cascada del Chorro de Navalucillos y por la Chorrera Chica. Regresamos por los altos de la Sierra Fria.

El Pico Rocigalgo o Corocho de Rocigalgo (1449m.)  es la montaña más elevada de la provincia de Toledo y también del Parque Nacional de Cabañeros. Es además una de las más altas de los Montes de Toledo (la mayor elevación de estos Montes es el pico Villuercas , en la provincia de Cáceres, que alcanza  una altura de 1603 metros.)

Los Montes de Toledo son una de las cordilleras más antiguas de la Península Iberica, formada durante el Paleozoíco (300 millones de años) y ahora muy transformada por la erosión, que ha dado lugar a una serie de sierras cortas y anárquicas, de poca altura y sin línea de cumbres clara. Riscos de cuarcita, mineral que se caracteriza por su dureza y resistencia a la meteorización, rematan las suaves cimas. La cuarcita también está presente en los vistosos roquedales y en los canchales que salpican las laderas. 


Para llegar al punto de inicio: desde Alcoba de los Montes, donde nos alojamos,  nos dirigimos por carretera hacia  Robledo del Buey, pasamos de largo este pueblo dejándolo a nuestra izquierda  y continuamos 8km. por la carretera CM-4155 hasta encontrar un desvío a la derecha , señalizado con carteles “ruta del Chorro . Rocigalgo” y "restaurante  las Becerras". Este desvío está entre los puntos kilométricos 16 y 17 de la CM-4155. Cogemos el desvío y bajamos por una pista de tierra poco más de 2 km. hasta cruzar el rio Pusa. Hacia la derecha está  al área recreativa de las Becerras (a la vuelta tomaremos unas cervezas en la agradable terraza del restaurante), nosotros continuamos por la izquierda otros 3 km. más por la pista hasta llegar a la caseta de información, aquí hay un  el aparcamiento y unos metros más arriba otro más pequeño junto a la barrera que corta el tráfico rodado por la pista.Si nos aproximamos desde Navalucillos, encontraremos el desvio a la izquierda a 10 km. del pueblo.

Nos acercamos a la caseta a coger unos folletos y comenzamos la ruta  junto a la barrera, caminando por la amplia pista. Nada más empezar hay un desvio a la derecha que ignoramos,  continuamos por la pista  siguiendo las indicaciones al “Chorro, Chorrera Chica y Rocigalgo”. La amplia pista desciende ligeramente hasta el cauce del arroyo de la Arañosa. 




(0,6 Km.) Cruzamos el arroyo por un puente de piedra y el camino comienza a ganar altura muy suavemente. Hacia nuestra izquierda vemos la ruinas de unos corrales y una pequeña edificación. Vamos remontando el barranco del arroyo del Chorro por su vertiente derecha aguas arriba.



(2 Km.) Cruzamos el arroyo y avanzamos ahora por la otra vertiente. La orientación del barranco favorece el contraste entre las laderas. En la solana predomina la jara y la vegetación mediterránea. La umbría, con ambiente más húmedo, está ocupada por los brezales y especies de hoja caduca como el roble. En el fondo del barranco se asienta la vegetación riparia o de ribera: fresno, sauce y aliso principalmente.

(3.1 Km.) Llegamos a una pequeña explanada . Está señalizado un desvío, pero antes de cogerlo nos acercamos a ver la toma de agua del arroyo: Una caseta , una pequeña presa en el arroyo y un cilindro metálico, con ranuras lo suficientemente estrechas para que solo pueda penetrar agua. 




Volvemos unos pasos atrás hacia el desvío  señalizado por la izquierda.  La ruta continúa con una subida por una corta y empinada rampa, facilitada por escalones y una baranda de madera.  Luego seguimos por una senda colgada de la ladera, entre encinas y rocas. En la ladera opuesta vemos unos canchales, resultado de la fragmentación de las cuarcitas por el hielo. Son muy frecuentes en estas montañas, favorecen la penetración de las raíces de los robles y  la conservación de la humedad superficial. Además actúan como cortafuegos natural.






(4,1 Km. ) Desvío a la cascada. Aqui se pueden ver los restos de un sestil, antiguo refugio de cabreros. En poco metros llegamos a una pasarela de madera que nos eleva sobre el curso del arroyo y nos conduce hasta el mirador del  Chorro de Los Navalucillos. Es  un salto de 18m. en un rincón escondido y húmedo, con las paredes cubiertas de vegetación colgante.




 Regresamos a la senda. A medida que vamos ganando altura aumenta la presencia de  roble melojo o rebollo. Salimos del bosque. A nuestra espalda asoma la sierra del Botijo, más adelante alcanzaremos a ver la Sierra del Horno por detrás de ella. Las laderas del barranco están salpicadas de vistosos afloramientos rocosos de cuarcita.





(5,4 Km.) El camino discurre por unas cornisas que sirvieron en el pasado de cobijo para cabreros y animales. Llamativos  los cortes verticales de los  estratos y la variedad de colores de la roca, intensos ocres y rojos, donde resalta fuertemente el verde de los líquenes. No presenta más dificultad este tramo de poco más de 100m. que la posibilidad de resbalar con la roca mojada. Los pasos son suficientemente anchos.





(5,5 Km.) El final de las cornisas, más estrecho y aéreo, está equipado con cadenas para agarrarse y evitar resbalones.



(5,6 Km.) Desvío a la derecha para bajar a la Chorrera Chica. 

(5,9 Km.) Cruzamos el río para aproximarnos a la chorrera por la derecha.


(6 Km.) Chorrera Chica, 2 cortas caidas de agua y una pequeña balsa. Esta chorrera está más escondida que la primera y muy poco concurrida. Así que aprovechamos a hacer aquí la parada de media mañana para el picoteo.




Lo habitual es volver por la misma senda hasta el desvío, 400m. más atrás. Nosotros preferimos intentar atajar subiendo verticalmente hasta el camino, trepando por las rocas. No estamos seguros de que se pueda, pero finalmente es una subida sin ninguna complicación. Nos incorporamos al camino. Desde la altura se observan las 2 paredes rocosas que custodian el salto. El camino continúa remontando el curso del arroyo.








(7,1 km.) Cruzamos el arroyo y seguimos subiendo atravesando un hermoso y tupido robledal. La densidad de árboles y el follaje tamizan el sol creando una bonita luz. Se agradece, además, caminar un rato a la sombra.




 (8,4 Km.) Pocos metros antes de llegar al collado del Chorro y el vallado, encontramos un roble solitario y el indicador que señala la subida al Rocigalgo, girando 90º a la izquierda. La pendiente se vuelve más exigente por un camino abierto entre los brezales. Se amplian las vistas, divisamos las cimas alomadas de la otra vertiente del arroyo, y abajo el puzzle de colores verde, marrón y amarillo  que forman los montes de encinas, campos de cultivo  y  las rañas.





(9,1 Km.)  Junto a un enorme hito hay un desvío hacia el mirador del Rocigalgo.


(9,4 Km.) Cumbre  y mirador del Rocigalgo. El mirador es una plataforma de madera con baranda desde la que se divisa una buena panorámica  del sector septentrional de los Montes de Toledo. Trás la sierra del Chorito (señalada en la fotografía) se abre la famosa raña de Cabañeros.  Sabemos que hemos coronado la cima por el vértice geodésico, pero no se tiene la sensación de estar en una cumbre al ser tan amplia y  redondeada. Estamos hambrientos y ya nos hemos ido acomodando por el mirador. Es la primera vez que comemos en una cumbre sobre una plataforma, incluso algunos comodamente sentados sobre un banco de madera. El Rocigalgo es un pico atípico!




Retornamos al camino y deliberamos por donde regresar. Hacer la ruta circular supone más distancia y desnivel. Algunos adultos prefieren regresar por donde vinimos por que el recorrido es más bonito. Los niños se apuntan en bloque al camino más fácil. Yo siempre prefiero ver algo nuevo. Nos dividimos.

El grupo minoritario que hemos elegido la ruta circular continuamos el camino que desciende ligeramente para luego volver a subir al risco que tenemos en frente.  La ruta por las cumbres va a ser  un constante subir y bajar.


(10,3 Km.) Risco con fósiles.  Un panel nos informa de las distintas huellas fosilizadas que podemos encontrar en estos roquedos, pero a primera vista no las detectamos, y nos queda mucha ruta por delante. En la ruta del dia siguiente, por el Boquerón de Estena, esperamos ver fósiles con más tranquilidad. Echamos un último vistazo hacia el Rocigalgo.



Seguimos hacia el siguiente grupo de riscos. El camino está acondicionado a trozos con cemento y piedra, supongo que para facilicar la circulación de los vehículos del parque.

(10,8 Km.) Este paraje se conoce como “El Contadero”. Este nombre se debe a los pasos estrechos entre 3 peñas que en el pasado resultaban útiles para contar las cabras de los rebaños, haciéndolas pasar deuna en una por ellos. Hoy en dia estas altas laderas del Rocigalgo son territorio de la cabra Montés, aunque no tuvimos oportunidad de ver ninguna.
El camino continúa perdiendo altura que después tenemos que recuperar con dos amplias lazadas de subida.




(13,7 Km.) Junto al panel informativo de las aves, podemos ver la parte de la Sierra Fria que nos queda por recorrer, sorteando las  cresterías por la derecha.

(13,9 Km.) Desvío a la izquierda.




(14,4 Km.) Mirador del Río Pusa. En el valle se ve el arroyo del Chorro,  afluente del río Frio. Un poco más lejos relieves alomados donde se asientan Los Navalucillos. En dias de invierno con buena visibilidad se alcanza a ver las nevadas cumbres del Sistema Central, desde la Sierra de Gredos a la Sierra de Guadarrama. Hoy no se distinguen.


Desde aquí ya es todo bajada.

(15,6 Km.) Bifurcación, continuamos por la derecha.


(19,9 Km.) Ruinas casa del Postuero.





(20,2 Km.) Desvío a izquierda, seguidamente cruzamos el arroyo de la Arañosa por el puente de madera y subimos hasta el aparcamiento.



En esta ruta nos han llamado la atención el color rojo de las agallas de los robles. Cuando los insectos depositan sus huevos en las hojas del roble,este se defiende produciendo entorno a la larva una cubierta vegetal, que a su vez, proporciona alimento a la larva y la protege. El nuevo insecto practicará un agujero en la agalla para salir. 
También hemos visto curiosas formas en los troncos de los árboles, alguna seta, un escarabajo y una lagartija.








ENLACES DE REFERENCIA:

https://www.miteco.gob.es/es/red-parques-nacionales/nuestros-parques/cabaneros/guia-visitante/ruta-rocigalgo.aspx 

https://www.desnivel.com/excursionismo/subida-a-corocho-de-rocigalgo-el-pico-mas-alto-de-toledo/ 



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