distancia: 11,2 Km.
desnivel: 550 m.
altitud min: 968 m. altitud max: 1484 m.
dificultad: Media
Hará un mes que nos atrevimos a hacer una incursión por alguno de los rincones menos conocidos de la Pedriza Anterior. Descubrimos algunos lugares que llamaron mucho nuestra atención, pero no había tiempo para recorrerlos y decidimos preparar otra ruta visitandolos con más tranquilidad. Así organizamos esta ruta, que comenzando como la anterior junto al Canto de La Muela o del Berrueco, se dirige hacia La Raja, una grieta que es una vieja y espectacular cantera. Luego subimos por los praderios de La Mesas, encontrando a nuestro paso restos de corrales y majadas. Continuamos por el Hueco del Arroyo de las Higueras, recorriendo el arroyo aguas arriba hasta su nacimiento junto al risco de la Fuente y con una esforzada subida por una empinada trocha alcanzamos las Pirámides de Majarroña. Nuestra intención era subir después hasta el collado de la Dehesilla para bajar por eHueco de Coberteros. Pero esta vez la nieve fue nuestra aliada, y nos permitió atajar ladera abajo. Antes de finalizar la ruta en el punto de partida, nos acercamos a ver el interior de la Cantera del Jaralón o Gran Cantera.
He creado un track teórico con lo que sería el recorrido completo sin atajar, subiendo desde las pirámides hasta la Cara y Las Cuatro Damas , bajando al collado de la Dehesilla y luego por todo el hueco de Coberteros, que incluyo al final junto al track original
Para llegar al punto de inicio: Desde Madrid nos dirigimos hacia Manzanares el Real saliendo por la M-607 en dirección a Colmenar Viejo. Pasando Colmenar se toma la salida M-609 hacia Soto del Real/Miraflores y en el siguiente desvío se coge la M-608 hacia Manzanares el Real. No llegamos a entrar al pueblo, como 1 Km. antes de llegar a Manzanares nos salimos de la carretera por la derecha para coger una pista de tierra (es una vía pecuaria) que está entre los Km. 20 y 21 de la M-608. Recorremos unos 2,5 Km. por esta pista, ignorando un desvío a la derecha y otro a la izquierda. Dejamos a la izquierda La Muela o Canto del Berrueco, con su silueta inconfundible, que está dentro de una finca vallada. Algunos lo llaman Peña del Berrueco, para diferenciarlo del Canto del Berrueco, mayor altura de la Pedriza Anterior ubicada en Los Fantasmas. En el siguiente desvio a la derecha, entre la pista y el camino hay un espacio herboso donde aparcar los coches.Otros aparcamientos alternativos: Hay una explanada siguiendo por la pista otros 400m. También hay sitio para aparcar desviándose a la izquierda por el GR-10, justo antes de llegar al Canto del Berrueco, por donde vamos a pasar caminando.
Iniciamos la ruta desandando el último tramo de la pista, dejando a la derecha la finca en la que se ubica La Muela o Canto del Berrueco.
(0,4 Km.) Giramos a la derecha por el camino señalizado con las marcas blanquirojas del GR-10 que avanza entre los muros de las fincas colindantes. Dejamos atrás una amplia zona de aparcamiento a la izquierda de camino.
(0,7Km.) Llegamos frente a la entrada de la finca privada Los Algibes. Nos vamos a la izquierda y bajamos para cruzar el arroyo de Santillana por unas piedras y con la ayuda de un cable donde asirse para evitar caidas. Seguimos unos metros por el camino hasta que dibuja una curva a la izquierda, aquí abandonamos el GR para continuar casi de frente por una senda que sale a la derecha del camino, internandose entre las jaras.
(1 Km.) Pronto veremos a nuestra derecha una gran brecha abierta en el suelo, larga, estrecha y muy profunda. Es una antigua cantera ya abandonada conocida como La Raja. En esta primera parte no parece fácil la bajada y además el suelo se ve muy empantanado por las últimas lluvias. Seguimos avanzando junto al borde de la enorme raja y llegamos a un punto donde un tabique rocoso divide la raja en 2 partes: Si hubieramos entrado por el extremo inicial aquí habria que dar la vuelta, por que es bastante vertical la separación y no se puede subir por ella. Sin embargo, si que se ha equipado el acceso hacia el otro lado del tabique, que permite bajar al segundo tramo de la Raja. Unas grapas instaladas en la pared de roca y unas cuerdas facilitan el descenso hasta el fondo.
Una vez abajo, hay que atravesar un montón de ramas caidas entre las que se ha abierto un pequeño hueco para pasar agachado. Es un curioso lugar, un estrecho pasadizo de paredes ligeramente inclinadas, que llega a tener una profundidad de unos 15-20m. Aunque los rayos del sol no pueden entrar, varios árboles han logrado crecer en su interior. De una rama cuelga un folio plastificado que desentona con el entorno natural. Es un largo mensaje pidiendo que no se dejen basuras ni se use como retrete este lugar tan especial y tan difícil de limpiar y donde se practica escalada. Es triste que sea necesario poner estos mensajes recordando una normas básicas de respeto y convivencia . Recorremos algo menos de 200m. hasta llegar a su final y volvemos para subir a la superficie por donde entramos.
(1,5Km.) Seguimos ladera arriba.
(1,8Km.) Vemos las trazas de una senda que se va a la derecha, por ella se llega al Arroyo de las Higueras. Pero nosotros vamos a dar un rodeo para pasar antes por Las Mesas. Así que seguimos de frente, hacia el Oeste, con la peña del Buje a la vista y a la que dejaremos siempre a nuestra derecha.
(1,9 Km.) Encontramos restos de un pequeño chozo, un corral y un cobertizo. El enclave de Las Mesas fue en el pasado zona de pastoreo por sus amplias praderas donde podían pastar los rebaños. Seguimos el claro trazado de la senda bajo los berrocales que tenemos por nuestra derecha.
(2,4 Km.) Llegamos a una zona herbosa, por la que desciende un pequeño arroyo. Es la parte baja de unas amplias praderas que se extienden hacia el norte finalizando bajo la muralla que forman los riscos que las cercan. Encontramos muchos restos de antiguas majadas. A nuestra izquierda una enorme y llamativa bola, semejante a El Tolmo. De ella parte el murete de un viejo corral que divide la pradera. Cruzamos el muro. Hacia la izquierda vemos las placas de Las Mesas, bajo los riscos hay más restos de majadas. Hacia la derecha vemos una roca que parece el perfil de un cabeza. Me recuerda mucho al ya clásico perfil del maestro del suspense. Si esta roca no tiene nombre, yo la bautizaria como “Alfred Hitchcock” o “El Hitchcock”.
En la pradera se pierde el rastro de los hitos. La mejor referencia para encaminarnos hacia el arroyo de las Higueras va a ser este busto de perfil, nos encaminamos hacia él.
En la pradera se pierde el rastro de los hitos. La mejor referencia para encaminarnos hacia el arroyo de las Higueras va a ser este busto de perfil, nos encaminamos hacia él.
(2,9 Km.) Estamos bajo la cara de perfil, vamos a rodearla por la derecha.
(3 Km.) Encontramos una senda que cogemos hacia la izquierda.
Después de caminar unos metros, si miramos atrás veremos la roca conocida como “La Tetilla” y al fondo el Cerro de San Pedro. Estamos junto al Hueco de las Higueras, la senda baja hacia al arroyo y lo va remontando, cruzandolo de cuando en cuando.
(3,3 km.) Al frente en lo alto destacan los perfiles del Risco de la Fuente, Risco de las Setas , la Torre Inclinada y las Torres Gemelas. Pasamos bajo el hueco que forman dos grandes placas de rocas apoyadas la una contra la otra. Seguimos ganando altura sin separarnos del arroyo.
(3,8 Km.) Desde este punto hay una gran panorámica de todos los riscos ya citados alineados.
(3,9 Km.) Estamos bajo el Risco de La Fuente, también llamado El Pajarito II. A sus pies nace el arroyo de las Higueras. Continuamos en la dirección que traemos, hacia el Oeste, para atravesar un pequeño callejón delimitado a la derecha por las paredes del canchal del risco de la Fuente y a la izquierda por los restos de un chozo pastoril. Aqui paramos a hacer un descanso.
El callejón desciende hacia una pequeña hondonada. Nuestra ruta continua por una trocha que nace a mano derecha, por donde baja un reguero estacional que escurre hacia esta hondonada, la
atraviesa y se cuela entre las rocas de una cornisa para descender
hacia el sur por un barranco y unirse más abajo al arroyo del
Recuenco. Antes de iniciar esta subida, me doy una vuelta por esta pequeña planicie sorteando las jaras y cuidando de no mojarme las botas con el agua del arroyo que la atraviesa. La cornisa, custodiada por las paredes de dos riscos, tiene
una bonita foto hacia las praderas de las Mesas y el Hueco del Recuenco.Vuelvo sobre mis pasos al inicio de la trocha.
(4,1Km.) Iniciamos la subida por la trocha, caminando con cuidado entre rocas mojadas y las placas de hielo que cubren las lajas. Esta subida es exigente, la más dura de la ruta. Es fácil seguirla, está señalizada con hitos y es además en buena parte del trayecto, el cauce por el que desciende el regato de agua. A nuestra derecha iremos viendo la Torre Inclinada, el Risco de las Setas y finalmente Peñas Sordas. Volviendo la vista atrás, el embalse de Santillana y el espaldar del Risco de la Fuente, cuya altura destaca por encima del resto del roquedo.
(5,3
Km.) Alcanzamos el altiplano de Majarroñas con sus dos misteriosas
pirámides. Como comenté en la entrada del blog la primera vez que las
ví, resultan sorprendentes en este paraje al que solo se accede después
de un largo paseo a pie. Quién las haya construido, encajando piedra a
piedra, les ha dedicado tiempo y esfuerzo.
Las ruta planeada subía entre el mar de rocas que tenemos por delante, siguiendo los hitos, hasta la Cara y las Cuatro Damas, para enlazar con el PR-M1 en descenso hasta el collado de la Dehesilla y bajar por el Hueco de Coberteros hasta el punto de inicio (incluyo al final el track modificado para reflejar la ruta planeada). Pero decidimos atajar.
Las ruta planeada subía entre el mar de rocas que tenemos por delante, siguiendo los hitos, hasta la Cara y las Cuatro Damas, para enlazar con el PR-M1 en descenso hasta el collado de la Dehesilla y bajar por el Hueco de Coberteros hasta el punto de inicio (incluyo al final el track modificado para reflejar la ruta planeada). Pero decidimos atajar.
(5,4 Km.) Pasamos junto a La Cara Tumbada
(5,6 Km.) Nos vamos hacia la derecha, dejando el Risco del Aguila a nuestra izquierda.
(5,9 Km.) Comenzamos a descender fuera de camino por la ladera derecha del arroyo de Coberteros. Está tapizada de gayuba y otros arbustos, incómoda de transitar en condiciones normales, pero la nieve forma un manto duro que impide que se hundan nuestros pies entre los arbustos.
(6,7 Km.) Cruzamos el arroyo de coberteros para incorporarnos al sendero que desciende el Hueco de Coberteros.
(7,2 Km.) Volvemos a cruzar el arroyo para continuar por la senda que baja a media ladera, por la vertiente derecha.
(8,8 Km.) Nos incorporamos a una pista, a la derecha está la Gran Cantera o cantera del Jaralón, ya fuera de uso, y varias edificaciones que se emplearon para su explotación. Es una gran brecha de unos 10 m de ancho, por unos 15 de alto y de 1 km de largo. En esta cantera se explotaba el dique del Jaralón. Es un dique de lamprofido de donde salieron gran parte de los adoquines y bordillos de la ciudad de Madrid. Leo en un periodico digital que esta cantera, abandonada desde hace más de 50 años y ocupada por vertidos, se someterá a un proyecto de restauración ecológica y paisajística con presupuesto hasta 2020. Volveremos para ver esta restauración. Buscamos uno de los accesos a la cantera para echar un vistazo a su interior.
Y ya solo nos queda continuar por la pista que dibuja una amplia curva a la derecha y pasa junto a las casas del Jaralón.
(10,4 Km.) La pista pasa sobre el arroyo de Santillana. Aqui unos portones metálicos impiden la entrada de vehículos. Los caminantes lo sorteamos por una cancela abierta a la izquierda del portón.
(11,2 Km.) Damos por finalizada la excursión con la llegada al aparcamiento donde dejamos los coches.
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Hola Nuria.
ResponderEliminarCasi hay que estudiar un master para aprender la extensa toponimia de la Pedriza. Veo que por mucho que se patee por la Pedriza (pasa en muchas zonas), siempre quedan lugares curiosos como la Raja.
Un saludo
Y que lo digas,Eduardo, casi hay que estudiar un master para llegar a conocer toda la toponimia de la Pedriza y además tener una memoria de elefante para recordarla. Como no es mi caso, me he impuesto la tarea de ir identificando los riscos que veo en cada salida. Los fotografio y anoto sus nombres en la propia foto, y asi los voy aprendiendo. Me ayuda mucho a orientarme en ese caos rocoso y lo mejor es que me resulta muy entretenido. Tengo diversión para largo, me queda mucho por conocer en la Pedri y seguro que iré encontrando más rincones curiosos.
Eliminarun saludo,
Excelente trabajo que a buen seguro facilitará el conocimiento de está zona desconocida de La Pedriza. Enhorabuena y gracias x compartir.
ResponderEliminarHola Vetton,
EliminarGracias a ti por pasarte por mi blog y dejar tu comentario. Cuanto me alegro de que te haya gustado. La Pedriza está llena de rincones poco visitados, algunos casi mejor que sigan así, pero hay senderos que se están perdiendo por el poco transito, invadidos por la vegetación y es bueno darlos a conocer y que puedan seguir manteniendose.
Un saludo,