distancia: 12 Km.
desnivel: 477m. Altitud min: 704m. altitud max: 985m.
dificultad: Media
PRECAUCION: Evitar los meses calurososos, es una zona árida y sin sombras. No visitar
después de los dias de lluvia. Existe el peligro de deslizamiento por la
pendiente, derrumbamientos y caida al vacio en los bordes. En el interior
pueden producirse caidas de piedras.
Ruta circular desde el Pontón de la Oliva para visitar las Carcavas del Monte Guadarrama. La situada al norte es la Cárcava de Valdepeñas de la Sierra (Guadalajara), también conocida como cárcava del Pontón de la Oliva o de Patones por la cercanía y facilidad de acceso desde esta localidad madrileña. Se recorre tanto el interior como el perímetro exterior. Luego la ruta continua hacia la ubicada al sur del monte, que es la cárcava de Cerro Negro . Finalmente baja por la ladera atajando campo a través hasta alcanzar el camino que desciende de la primera cárcava y que regresa al aparcamiento.
Las cárcavas son surcos de tamaño y profundidad variable que se producen
debido a una intensa erosión hídrica en zonas donde se dan varias
circunstancias: Terrenos con pendiente acusada y desprovistos
de cobertura vegetal que los proteja y con suelos blandos y poco
consolidados, con presencia de impermeables (arcillas y limos) . El agua
de la lluvia no puede filtrarse y va deslizándose por la superficie
formando arroyos que siguen la línea de máxima pendiente y que van
deshaciendo y arrastrando con fuerza los materiales.
Aunque estamos en una zona de abundantes acarcavamientos, la Cárcava de
Patones es la más espectacular. Es un gran hoyo, con un perímetro de 800
metros y un desnivel en su parte profunda de más de 60 metros. En su
interior se aprietan una sucesión de barrancos en
disposición radial separados por altas paredes verticales y de
perfil afilado en las que destacan unas llamativas y características
agujas conocidas como chimeneas de hadas. Todo el conjunto tiene además un
atractivo color rojizo. Todas las barranqueras acaban confluyendo en un
único barranco central por donde desagua la cárcava formando un
arroyo.
PUNTO DE INICIO: Aparcamiento del
Pontón de la Oliva. Desde Madrid, entramos a Patones de Abajo por la M-102
y cruzamos el pueblo continuando por la carretera unos 4,5 Km. en los que
entramos a la provincia de Guadalajara. La carretera pasa a
denominarse M-134 y hace una cerrada curva a la izquierda. En la mitad de
la curva, veremos a la izquierda un aparcamiento. A la derecha de la
carretera sube un camino a una pradera donde se encuentran los restos de
la antigua ermita del Pontón de la Oliva. Aquí también se pueden dejar los
coches si el aparcamiento estuviera lleno, como lo encontramos en esta
ocasión.
Iniciamos la caminata por la pista de tierra, que forma parte del
GR-88, dejando a nuestra izquierda los restos de la ermita. Cruzamos una
barrera y el camino nos conduce hacia la zona alta de la Presa del
Pontón de la Oliva.
(0,3 Km.) Paramos unos minutos a contemplar el muro de la presa desde un
pequeño mirador.
Es la presa más antigua del Canal de Isabel II. Se construyó durante el reinado de Isabel Il, entre 1851 y 1858, como parte principal del proyecto de abastecimiento de agua a Madrid. Su vida útil fue corta. Al estar construida sobre un sistema kárstico, se producían continuas filtraciones por la cuevas y galerías subterráneas impidiendo que durante el verano el embalse alcanzara el nivel suficiente para que el agua llegara al canal de salida. En 1960 se construyó con urgencia el pequeño embalse de Navarejos, 6 km aguas arriba, para poder extraer el agua del río.
Aquí dejamos el GR-88, que continúa río arriba cruzando al otro lado del muro por una pasarela elevada, y bajamos unas escaleras en busca del camino que lleva a la carretera para vadear por el puente sobre el río Lozoya. Estamos ahora en el trazado del GR-10. La carretera se aleja del pequeño núcleo de casas. subiendo por la ladera. El firme asfaltado está en mal estado, lleno de socavones. No entiendo porque siempre hay algunos que suben en coche hasta aquí habiendo tanto aparcamiento a la entrada. La pista es mala, se aparca mal y es una molestia para los que subimos caminando, pero hay gente que con tal de ahorrarse unos metros..
Es la presa más antigua del Canal de Isabel II. Se construyó durante el reinado de Isabel Il, entre 1851 y 1858, como parte principal del proyecto de abastecimiento de agua a Madrid. Su vida útil fue corta. Al estar construida sobre un sistema kárstico, se producían continuas filtraciones por la cuevas y galerías subterráneas impidiendo que durante el verano el embalse alcanzara el nivel suficiente para que el agua llegara al canal de salida. En 1960 se construyó con urgencia el pequeño embalse de Navarejos, 6 km aguas arriba, para poder extraer el agua del río.
Aquí dejamos el GR-88, que continúa río arriba cruzando al otro lado del muro por una pasarela elevada, y bajamos unas escaleras en busca del camino que lleva a la carretera para vadear por el puente sobre el río Lozoya. Estamos ahora en el trazado del GR-10. La carretera se aleja del pequeño núcleo de casas. subiendo por la ladera. El firme asfaltado está en mal estado, lleno de socavones. No entiendo porque siempre hay algunos que suben en coche hasta aquí habiendo tanto aparcamiento a la entrada. La pista es mala, se aparca mal y es una molestia para los que subimos caminando, pero hay gente que con tal de ahorrarse unos metros..
(1,1 Km.) Dejamos esta pista para continuar por un camino que nace
a la derecha. Unos metros más adelante tendremos que abandonarlo,
saliendo del trazado del GR-10, para bajar por una senda que sale a la
derecha. Caminando entre olivos vamos a cruzar el cauce seco del arroyo
de la Lastra.
(1,4 Km.)La senda se bifurca. El ramal de la izquierda
remonta la loma para rodear la cárcava por su parte más alta. El
de la derecha es el que tenemos que seguir ya que conduce hacia el lecho
seco del arroyo lleno de cantos rodados que es el desagüe de
la cárcava.
Vamos remontando el cauce del arroyo, que poco a poco se van encajonando
hasta convertirse en un pequeño desfiladero en la entrada de la cárcava.
(2,2 Km.) En este punto está una de las salidas hacia la parte superior. Por aquí subiremos mas tarde.
(2,2 Km.) En este punto está una de las salidas hacia la parte superior. Por aquí subiremos mas tarde.
Entrando en el laberinto de barrancos. La mayoría de la gente se limita
a rodear la formación por arriba y algunos de los que entran se dan
aquí la vuelta. A mi me encanta esta parte de la excursión por las
entrañas de esta formación geológica. Recorriendo los estrechos
callejones, rodeada de paredones anaranjados y llamativos torreones, por
unos minutos puedes sentir que estas en medio de un remoto desierto de
piedra.
Destacan en el conjunto varias "chimeneas de hadas" , formas en
torreones o pirámides, en cuyo vértice suele encontrarse un fragmento de
mayor tamaño y mas resistente a la erosión. En las paredes descarnadas se puede observar que el material que las
forma es un conglomerado de arena y gravas de diferentes tamaños.
(3,6 Km.) Volvemos hacia la entrada, a buscar la senda de subida que vimos al
llegar. Subimos, casi trepamos, la empinada ladera y enlazamos con una
senda que va pegada al borde de la abertura. Mas a la izquierda
está el sendero que rodea toda la cabecera, pero de momento seguimos por
aquí ya que vamos teniendo diferentes perspectivas de la zona interior a
medida que avanzamos.
(7,5 Km.) Llegamos al borde superior de la cárcava de Cerro Negro. Un camino recorre todo su perímetro ofreciendo la posibilidad de verla desde diferentes ángulos. Nosotros nos limitamos a un corto tramo por la parte más alta. En una formación más ámplia y abierta que la primera y menos profunda, por lo que no resulta tan espectacular. Tiene unos bonitos contrastes cromáticos entre los naranjas de la arcilla y las tonalidades verdes de la vegetación que va colonizando el terreno.
(4 Km.) Nos incorporamos al sendero y bordeamos todo el perímetro de la
cabecera con mucha precaución al acercarnos al borde, no hay que
olvidar que es un terreno que puede desprenderse fácilmente. Llego hasta el extremo sur de la cabecera.
Vuelta hacia la parte alta a descansar un rato con vistas este
laberinto de barrancos y a sus cresterios. Si queremos
iniciar aquí el regreso, por la izquierda de la depresión baja
un sendero siguiendo la divisora del barranco del arroyo
de la Plica que permite cerrar una ruta circular. Nosotros
queremos continuar hasta la cárcava situada al sur del monte
por lo que cogemos este mismo camino en sentido contrario, subiendo
por la loma. Cruzamos una zona de jaras y dejamos a la derecha
la cima aplanada de este discreta elevación llamada
Guadarrama. A nuestra izquierda se alcanzan a ver algunos
acarcavamientos en el barranco del Arroyo de la Lastra. EL
Monte Guadarrama está plagado de incisiones erosivas activas, en
fases más o menos avanzadas en su evolución hacia cárcavas
propiamente dichas. También divisamos el poblado del Atazar y una
larga panorámica que abarca desde el Atazar y cerros colindantes hasta las
cimas del circo de la Puebla en la sierra del Lobosillo.
(5,4 Km.) El camino llega perpendicular a una pista
rodada donde giramos a la derecha, hacia el sur. Estamos
dibujando una curva en herradura alrededor de la cima del Guadarrama, que
volvemos a dejar atrás a nuestra derecha para ir descendiendo suavemente por la
otra vertiente del barranco del arroyo de la Plica.
Tenemos las torres de Madrid al frente. A la izquierda el valle del Jarama. Hacia la derecha, con la Sierra de
Guadarrama de fondo, está Patones y su entorno salpicado de
construcciones hidraúlicas (sifones, almenaras, acueductos..)
y surcado por 3 canales (de abajo a arriba: Canal del Lozoya,
Canal del Atazar y Canal del Alto Jarama).
(7,5 Km.) Llegamos al borde superior de la cárcava de Cerro Negro. Un camino recorre todo su perímetro ofreciendo la posibilidad de verla desde diferentes ángulos. Nosotros nos limitamos a un corto tramo por la parte más alta. En una formación más ámplia y abierta que la primera y menos profunda, por lo que no resulta tan espectacular. Tiene unos bonitos contrastes cromáticos entre los naranjas de la arcilla y las tonalidades verdes de la vegetación que va colonizando el terreno.
(7,7 Km.) Corral de las Palomas, unas edificaciones ganaderas en
desuso y ya ruinosas. Cruzamos por medio de los verdes pastos que
crecen en el corral y nos acercamos al borde de la depresión a echar
un último vistazo antes de alejarnos de ella.
(8,2 Km.) Bajamos atrochando los siguientes 500m. de la ruta entre retamas altas pero poco densas
que no dificultan el avance hasta llegar al arroyo de la Pica,
prácticamente seco en estas fechas. Vadeamos el arroyo y enlazamos con un camino rodado que atraviesa
unas fincas de olivos, en dirección al Pontón.
(9,4 Km.) Nuestro camino confluye con el que desciende de la cárcava
de Patones.
(9,5 Km.) Ignoramos un camino a la izquierda
(10,5 Km.) Bifurcación. Giramos a la derecha para continuar por un
camino que deja el río a la izquierda. En otras épocas del año, vale
la pena acercase a la orilla del río un poco más adelante. En esta
ocasión, con los árboles aun sin hoja y las orillas llenas de
lodo, suponemos que debido a una reciente suelta de agua de la presa, no tiene ningún
encanto. Llegando al Pontón de la Oliva terminamos la ruta por el mismo camino que vinimos.
Para finalizar esta entrada, incluyo una foto de la primera visita a las cárcavas con
los peques y unas fotos de las cárcavas de Cerro Negro desde su parte mas baja realizadas en otra ruta.
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Hola Nuria.
ResponderEliminarPues al ver algunas de las fotografías, me ha recordado a la Capadocia. Este tipo de barrancos, los hay por la zona en la que vivo, pero no tienen tanta belleza. Me han encantado esas chimeneas de Hadas y la cantidad de formaciones que hay.
Sin duda, una buena idea caminar un poco por el interior, no es fácil, ya que en llano bien, pero si se quiere remontar, el piso falla y tiendes a resbalarte. El contraste del rojo de la arcilla y el verde del monte, es fantástico, otra zona más que conocer.
Un saludo
Hola Eduardo,
EliminarEstas cárcavas son preciosas, las más bonitas de las que conozco en España. Son muy populares y reciben muchas visitas. Por fortuna, la mayoría de la gente solo recorre el perímetro exterior y se puede disfrutar del paseo por el interior con tranquilidad. Los callejones son estrechos, pero la primera parte se recorre bien, se alcanza a ver casi hasta el fondo y es suficiente para poder contemplar de cerca las chimeneas mas llamativas. Cuando el pasillo se va cerrando y se pone vertical, mejor darse la vuelta. En primavera hay un buen contraste de colores rojos y verdes. También están muy bonitas con nieve.Este invierno nevó allí pero esto solo he podido verlo en fotos.
Un saludo,
Un paisaje espectacular y una maravilla de reportaje, siempre cogiendo ideas para futuros viajes. Gracias por compartir Nuria, un abrazo desde Cantabria.
ResponderEliminarHola Germán,
EliminarMe alegra que te haya gustado. Es un paraje diferente, que vale la pena conocer.
Saludos,