Portillón de Benasque

Ruta circular
distancia: 11,5 Km.
desnivel: 742 m.
altitud min: 1752 m.      altitud max: 2443 m.
dificultad: media-alta


Ruta circular que parte del hotel Hospital de Benasque, en los Llanos del Hospital, recorre el el valle para subir por el GR-T 46 hasta el Portillón de Benasque y regresa al punto de inicio  por el sendero del barranco de Peña Blanca.
Desde el Portillón tenemos unas magníficas vistas del Aneto y las Maladetas, que se encuentran justo enfrente. Y asomandonos a la vertiente francesa podemos divisar los lagos de Boom. 

El Portillón es un estrecho paso de unos quince metros de longitud entre el pico Salvaguardia y el Pico de La Mina. Paso natural fronterizo entre España y Francia. hasta el siglo XIX fue cruzado por contrabandistas y comerciantes para transportar sus mercancias desde los Llanos del Hospital hasta Francia. Por este hecho la ruta también es conocida como ruta de los contrabandistas.Después de comienzos del siglo XX fue paulatinamente abandonado como via comercial en favor de usos turísticos y deportivos.

El Hospital de Benasque  era un antiguo hospital medieval para caminantes y peregrinos a pie de puerto, construido hace ocho siglos por los monjes Hospitalarios y que ha sido reconstruido para convertirlo en un hotel-restaurante, que sigue manteniendo el nombre que rememora sus orígenes.

Para llegar al punto de inicio de la ruta, desde Benasque subimos en coche por la A-139 unos 12 km y cogemos la carretera de la Besurta, que sale a la derecha. En 1 km, a la izquierda de la carretera está el parking gratuito del Vado del Hospital. 500m. más adelante está el hotel, que también tiene aparcamiento y pudimos dejar el coche en él. Actualmente cobran 3€ por aparcar en este último, según he leido en la web.

La ruta arranca en la parte posterior del hotel, cruzamos el rio Esera y avanzamos por por el GR-T 46 a lo largo del valle,  el rio y la carretera a nuestra derecha, dejando atrás el desvio a la izquierda que es el camino por el que regresaremos.  Atravesamos el Plan d´Estan,  con sus ibones escasos de agua.

Una bifurcaciones bajan hacia el valle en dirección a la Besurta, nosotros seguimos rpor el GR, en suave ascensión.

Otra bifurcación hacia la Besurta, nosotros subimos por el camino del Portillón que en una sucesión de lazadas gana rapidamente altura.Las vistas al otro lado del valle son estupendas todo el recorrido.

Terminan la zetas y el camino se va hacia la izquierda, enfilando hacia el Salvaguarda. La pendiente se suaviza un ratito dandonos un respiro hasta bien pasada la pequeña laguna. 

Cuando ya tenemos a la vista el Portillón, la inclinación de la pendiente vuelve a pronunciarse. Llegamos a Casa Cabellut. En la vaguada un cruce de caminos, el que baja hacia nuestra izquierda es el camino de regreso. Seguimos subiendo en zigzag hasta la brecha abierta en la roca, el Portillón de Benasque.

Estamos en el Portillón.  Aquí han instalado una plancha de roca tallada con el nombre y con un cartel: “Puerto de Benasque, frontera hispano-francesa, llamado “Puerto Nuevo” en el siglo XVI, sustituyó al Puerto de la Glera o “Puerto Viejo” en la ruta transpirinaica de Benasque a Luchón. Acondicionado artificialmente para facilitar el paso, fue fortificado mediante un puesto de vigilancia durante la guerra franco-española de 1793-1795. Después de comienzos del siglo XX fue paulatinamente abandonado como via comercial en favor de usos turísticos y deportivos.”
Cruzamos el estrecho paso, poniendo un pie en España y otro en Francia. El viento corre con fuerza por este callejón, algunos se tienen que poner ponen el forro polar para no quedarse frios después de la acalorada subida. Al otro lado asoman los lagos de Boom y un paisaje más suave. Muchos franceses cruzan también el portillón desde el norte, a disfrutar de las vistas del agreste  macizo de la Maladeta.

Buscamos acomodo entre las rocas para comer, con la compañia de un pajarillo que busca su ración.

y emprendemos el regreso hasta el cruce de caminos para bajar por el barranco de Peña Blanca. Llegamos a un recodo desde donde se ven abajo el hospital y el aparcamiento publico, ya lleno de coches. 

A partir de este punto la bajada se vuelve aérea y vertical. Se pueden comtemplar el dibujo zigzagueante del camino que tenemos por delante. Con el terreno mojado podría ponerse difícil esta bajada. Finalizamos con una buena merienda en el hotel.

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