lunes, 27 de julio de 2020

Monte Buciero - Peña Ganzo- Faro del Caballo


 Ruta circular
distancia: 14,5 Km.
desnivel: 860 m.   
dificultad: Media - Alta


Ruta circular que recorre el contorno del monte Buciero, subiendo al pico Buciero y Peña Ganzo y bajando hasta el Faro del Caballo.

El Monte Buciero, en Santoña, es una península unida al continente mediante un tómbolo de arena. Está incluido en su totalidad en la Reserva Natural de las Marismas de Santoña y Noja. Posee unos elevados valores patrimoniales (yacimientos arqueológicos, fortificaciones militares, faros dieciochescos) y ambientales (encinar costero relicto y espectaculares acantilados).

PUNTO DE INICIO: La senda comienza al final del paseo marítimo, junto al Fuerte de San
Martín, subiendo por una escalera en la parte izquierda de la fachada, donde ya se
encuentran los primeros paneles informativos. Nosotros llegamos hasta aquí en coche, sin
haber encontrado aparcamiento. Decidimos continuar un poco más por la calle adoquinada.
Tenemos suerte, a la izquierda de la calle hay bastante sitio para aparcar en linea. Son las 9:00 de la mañana, enseguida se llenará. Por la tarde, a la vuelta, la calle está petada de coches. 

Comenzamos a caminar y como ya hemos dejado el fuerte atrás, decidimos continuar por el paseo hacia unas escaleras que se ven detrás del edificio de apartamentos. Las escaleras suben hasta el monumento de la Virgen del Puerto. Una vez allí, vemos que el camino de la ruta queda más arriba, y tenemos que hacer un quiebro, seguir por la Calle Monte hacia la izquierda hasta llegar junto a un pequeño aparcamiento (donde también se podría dejar el coche) .



(0,9 Km.) Aqui ya estamos en el itinerario habitual de subida por lo que continuamos hacia la derecha. Dejamos atrás las últimas casas y la calle asfaltada, que dan paso a un camino de piedra y tierra que avanza por el bosque de encinas ganando altura sobre los acantilados.



(2,4 Km.) Mirador. Apoyados en la baranda de madera podemos observar el escarpado perfil de la Punta o Peña del Fraile y la costa: Bahía de Santoña, la playa de Laredo, Punta de Sonabia, los picos Candina y Solpico. Incluso asoma la cima del pico Cerredo. 
 
(2,5 km.) A la izquierda del camino vemos la Casa de la Leña.




(2,6 Km.) Siguiendo la señal que indica «Culminaciones del Buciero», cogemos el estrecho sendero que nace a la izquierda del camino. Tenemos que seguir las marcas blanca y amarilla + el círculo verde, que señala la subida al Buciero. Aunque no siempre están muy claras. (Recomiendo llevar un track, sobre todo para la subida al pico Ganzo y la bajada hasta enlazar con la ruta que recorre el perímetro del monte.) 
 
  El camino parece estar atravesando un pequeño desfiladero ya que se abre camino en la roca. No es un camino natural, en este entorno se localizó una mina de hierro a cielo abierto. Aún son visibles a lo largo del camino algunas catas, vestigios de la antigua actividad minera, que acabó con la vegetación original. Al ser abandonada, las especies atlánticas (avellano, roble, acebo, haya), más adaptadas a las condiciones climáticas actuales, sustituyeron en gran medida a la vegetación preexistente de carácter mediterráneo. 

Encontramos 2 bifurcaciones donde seguiremos por la izquierda.



(3,2 Km.) Valle de los Avellanos. Un pequeñísimo valle que en realidad es una dolina ocupada casi en exclusividad por avellanos por los motivos antes explicados. En la parte central de la hondonada se debe acumular el agua formando una balsa, que en estas fechas está seca pero el terreno todavía está húmedo y fangoso.

 Llevábamos ya rato notando el fuerte y característico olor a macho cabrio. Y aquí encontramos al responsable. El chivo nos mira y decide ignorarnos, ya que está muy entretenido hundiendo el hocico en el barro, en busca de agua, supongo. 

El sendero continúa subiendo la ladera derecha del valle.



(3,5 Km.) Indicador a la derecha. ( ya solo queda el pie del indicador, donde han pintado una flecha y la palabra "CRUZ" .)

  (3,7 Km.) Claro en la vegetación con muy buenas vistas a la Bahía de Santoña y el Puntal de Laredo. Atravesamos la pradera y continuamos subiendo de nuevo entre la vegetación. 

(3,9 Km.) Bifurcación, el camino se divide hacia las 2 cimas. Por la izquierda hacia el Buciero. El tramo que queda hasta culminar es por incómodo camino de piedras, que sobresalen de los arbustos y la maleza. Si miramos a la derecha podemos ver a lo lejos La Atalaya (314 m)  coronada por su singular estructura circular de vigilancia.




(4,2 Km.) Cima del Pico Buciero. Según llegamos vemos que hacia la izquierda está señalizada con una gran cruz negra de metal, anclada al borde de las rocas. Orientada hacia Santoña. Estupendas vistas. Santoña a nuestro pies y de izquierda a derecha, Laredo, Colindres, Estuario del río Asón, Bárcena de Cicero, Escalante, Argoños y la Playa de Berria, todo ello rodeado del Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel. 

A la derecha, separada unas decenas de metros, la bandera de Cantabria. Nos acercamos hasta ella y desde esta posición también hay buenas vistas de La Atalaya y Peña Ganzo.





Volvemos por el mismo camino hasta la bifurcación para iniciar la subida al pico Ganzo. Bordeamos por la izquierda un tupido pinar. 

  (4,8 Km.) Nos vamos a la derecha, hacia la base de la peña. El sendero no está nada claro. Para remontar la última parte rocosa atravesamos una pequeña y pronunciada canal para finalmente llegar al hito que señaliza la cumbre de mayor altura del Monte (378 metros) a los 4,9 km. Cementado sobre la roca más alta y rodeada de vegetación, apenas hay sitio para los 5 que somos. Aunque esta cima es la más elevada del monte, las vistas no son muy buenas, especialmente si se comparan con las hermosas panorámicas que brinda la cima del Buciero.


Regresamos descendiendo la canal y vamos bordeando la peña por la izquierda, pegados a la pared rocosa hasta que la senda se introduce por completo en el espeso bosque. Aunque hay hitos marcando el camino, si nos despistáramos aquí, acabaríamos completamente desorientados, por lo que insisto en llevar un track con el recorrido.



(5,4 Km.) Desembocamos en un sendero un poco más claro y definido que el que traíamos. Nos vamos hacia la izquierda.

( 5,6 Km.) Llegamos a otro camino que cogemos a la izquierda para situarnos en una encrucijada de caminos donde hay un poste (lo que queda de una señal indicadora) en el que han señalado la dirección hacia el Faro del Caballo con una flecha hacia la derecha. 

  (6,3 km) Llegamos al camino que recorre el contorno del monte, y cruzandolo, nos dirigimos al inicio de los 763 escalones que bajan hasta el Faro del Caballo.


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Bajamos tranquilamente la vertiginosa escalinata, intentando no pensar que cada escalón bajado luego habrá que subirlo.

(6,7 Km.) Faro del caballo. En un pequeño espacio amurallado se levanta  la torre cilíndrica del faro del Caballo. Accediendo al interior, se sube a la cubierta por una escalera de caracol. Este Faro, puesto en funcionamiento en 1863, se encuentra en la actualidad abandonado.

Aun se pueden bajar unos cuantos escalones más hasta llegar a nivel del mar para darse un baño en estas aguas transparentes.  Con el calor que hace la tentación es muy fuerte, pero… como están las escaleras!! Abarrotadas de gente joven, que se turna para bajar al agua. Un poco arriesgado apretarse así en unas escaleras que no tienen barandilla con una caída a plomo de varios metros. 
 





La subida resulta ardua y agotadora, por el calor y por la altura de los escalones. Un cable de acero a modo de barandilla resulta de gran ayuda para avanzar. También hay pequeños descansaderos donde recuperar el resuello y permitir el paso cuando te cruzas con gente que va en dirección opuesta. Finalizada la escalera continuamos hasta el camino principal (7,1 Km.) donde torcemos a la derecha para seguir con nuestra circular. 
 
Durante los dos kilómetros siguientes se alternan en el camino zonas más cómodas con otras con más pendiente y curvas por las faldas del Pico La Atalaya. Vemos encinas, madroños y laureles, estas dos últimas especies particularmente profusas en esta parte del camino. 

   (8,9 Km.) Llegamos a la carretera junto al Faro del Pescador. Este faro entró en funcionamiento en el año 1864, empleando una lámpara de aceite de oliva; hubo de ser reconstruido y modernizado tras sufrir graves daños causados por un ciclón en 1915. Nos queda un largo trecho por carretera, bordeando la Punta del Aguila. Vistas a la playa de Berria y el centro penitenciario.





(11,1 Km.) Pasando junto al muro del centro penitenciario entramos al barrio de El Dueso, perteneciente al municipio de Santoña.

(11,4 Km.) Encontramos una fuente y ya decidimos parar a comer a la sombra de unos árboles cercanos. Salimos de El Dueso por una pista cementada que parte  a mano izquierda en el sentido de la marcha. Pasamos junto al polvorín de El Dueso, cuya función fundamental fue garantizar los suministros a las diferentes fortificaciones.

Al frente a la izquierda se distinguen la cruz y la bandera de la cima del Buciero y el Polvorín del Helechal, edificio flanqueado por dos torres (cuya finalidad originaria era la de pararrayos), y que actualmente sirve de improvisada estabulación ganadera. Este edificio daba servicio al Fuerte del Mazo. 
 


(12,6 Km.) Cruce. A la derecha está el Fuerte del Mazo, fuerte napoleónico cuya estructura se adapta al promontorio sobre el que se asienta. Recibe también erróneamente el nombre de Fuerte de Napoleón, motivado por la transmisión popular del nombre del Fuerte Imperial de Napoleón, construido simultáneamente al del Mazo y demolido a principios del S. XX para la construcción de los edificios que ahora constituyen el Penal del Dueso. Nosotros seguimos por la izquierda, hacia el fuerte San Martín por el PR-S49.

Ignoramos el desvío a la derecha por una senda estrecha señalizada como camino del Salticón y seguimos por nuestro camino que desciende suavemente hasta llegar a la parte alta el Fuerte de San Martín. Aqui hay una fuente. Descendemos hasta el paseo marítimo, ahora mucho más animado, con los bañistas de la playa y los bares llenos de gente, dando por finalizada la ruta.

 


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Webs de referencia:

http://www.santoña.es

https://www.farodelcaballo.es




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2 comentarios:

  1. Hola Nuria.

    Estuvimos en Santoña hace una década y no hemos vuelto, Adrián era muy pequeño y prácticamente solo estuvimos en la Playa, la Cueva del Soplao, Cabárceno y algunos pueblos como Santillana del Mar.

    Esta sin duda es una circular sorprendente, no solo por todas las obras civiles a visitar o por sus fuertes, sino por esa densa masa forestal tan variada en especies, que se encuentra casi al nivel del mar y tan cerca del agua, no es algo habitual.

    La bajada al faro del Caballo, es para pensárselo :), porque luego subir los 763 escalones, tela y encima sin baño. Se ve que en esa zona estaba todo el mundo y no me extraña, porque un baño en esas aguas cristalinas es una pasada, este año el Cantábrico ha sido es sitio elegido por la mayoría.

    Un saludo

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  2. Hola Eduardo,

    Yo también estuve en Santoña hace un porrón de años, cuando aun no tenía hijos. Estuvimos en los mismos sitios que comentas y también una ruta corta hasta el faro del Caballo, así que he bajado y subido 2 veces esa larguísima escalera. Pero se me había olvidado lo dura que era la subida, también es que por entonces tenía mejores piernas!
    Todo el monte Buciero es un lugar muy singular y realmente merece la pena subir a las cimas. Además de la bonita postal de Santoña desde lo alto, es durante la subida y bajada cuando realmente te sientes inmerso en ese espeso bosque, donde parece increible que a poquísima distancia esté el mar.
    Este verano ha ido mucha gente para el norte, pero a pesar de eso, como hay playas muy amplias se estaba de maravilla y el agua estaba muy buena. Me sorprendió que estuviera bastante menos fría que en otras ocasiones que hemos estado en playas de Asturias. Es una buena zona para combinar playa y senderismo en verano. Madrugando un poco, la temperatura es bastante llevadera para hacer la subida.Y además, como la montaña está prácticamente a pie de playa, al terminar da tiempo para pasar un par de horas en el agua. Seguro que repetiremos.
    Un saludo,

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