sábado, 1 de agosto de 2020

Bosque de secuoyas del monte Cabezón

Ruta circular
distancia: 2,8 Km.
desnivel: 100 m.
dificultad: Muy fácil

Ruta circular, sencilla y corta, para visitar una pequeña pero muy singular masa arbórea: el bosque de Secuoyas del Monte Cabezón.

Las secuoyas son árboles naturales del Oeste de Norteamérica que crecen en una estrecha franja de la Costa Pacífica que abarca desde el centro de California hasta el sur de Oregón. En España es una especie inhabitual. Podemos encontrar ejemplares aislados plantados en arboretos y jardines botánicos, pero apenas existen grupos en estado seminatural.  Este bosque es una rareza y por ello fue declarado en 2003 Monumento Natural.
Ahora es un enclave protegido por su valor paisajístico que puede visitarse por libre o con visita guiada. ( consultar en el calendario de Naturea Cantabria)
   
La  existencia de este bosque responde a las circunstancias concretas de un período histórico.
Para dar respuesta a la creciente demanda de madera para la producción industrial, en la década de los 40 del siglo pasado la mayor parte de los terrenos de este monte, que incluían masas de frondosas y áreas de pastizal y matorral, comenzaron a repoblarse con especies foráneas, fundamentalmente Eucalyptus globulus y Pinus radiata y de forma experimental, a modo de ensayo y por tanto en parcelas mucho más reducidas, con roble americano (Quercus rubra), castaño japonés (Castanea crenata) o  abeto de Douglas (Pseudotsuga menziezii) . También se plantó una mancha de 848 ejemplares de secuoyas (Sequioa sempervirens), que nunca llegaron a ser taladas para su explotación maderera y que se han desarrollado bien a lo largo todos estos años gracias al clima húmedo y templado del litoral cántabro que responde a las exigencias de esta especie.
 
Sequoia sempervirens es un árbol muy robusto, de copa piramidal, que en condiciones naturales supera con facilidad los cincuenta metros alcanzando con frecuencia el centenar. El tronco es derecho, muy grueso, de corteza oscura, esponjosa, profundamente fisurada, que puede alcanzar los cuarenta centímetros de espesor en los ejemplares añosos y se desprende en placas irregulares bajo las cuales aparecen otras nuevas de color rojizo. Las acículas, planas y de tono verde oscuro, se asemejan a las del tejo, y presentan como particularidad más notable dos bandas blanquecinas por el envés. Florecen al final del invierno para madurar las piñas, verdes primero y rojizas finalmente, en el otoño siguiente. Las flores masculinas son amarillas y las femeninas ovales y verdosas, de mayor tamaño. 
 
Punto de inicio: Aparcamientos del Monumento Natural de las Secuoyas de Cabezón.

Circulando desde Cabezón de la Sal hacia Comillas por la carretera CA-135, a los 2,4 Km. dejamos el bosque de secuoyas y un pequeño aparcamiento a la izquierda de la carretera y 500m. más adelante encontramos el aparcamiento principal también a la izquierda de la carretera. La senda de acceso principal que retrocede hacia el bosque de secuoyas va pegada a la carretera y está asfaltada. Al final de la misma una pasarela de madera conduce al bosque. 
Nosotros preferimos hacer una ruta por el interior del bosque mixto combinando algunas de las 6 sendas que recorren el entorno y que llevan el nombre de algunos de los árboles que abundan en este paraje: tejo, roble, castaño, eucalipto, acebo y  abeto . De no ser por la lluvia seguro que habríamos alargado el paseo pero tuvimos que  evitar las zonas más embarradas. La lluvia también me impidió hacer más fotos del recorrido.


Iniciamos ruta por uno de los accesos principales, una pista que sale del aparcamiento hacia el interior del bosque y que avanza entre eucaliptos hasta enlazar en 400m. con la senda del castaño.


(1 Km.) Bosque de secuoyas.  Dedicamos un buen rato a disfrutar de estos árboles tan exoticos para nosotros ya que los hemos visto al natural solo en contadas ocasiones. En medio del denso y oscuro bosquete nos sentimos transportados a un parque de California. Nos sorprenden sus troncos tan rectos, que parecen flechas disparadas hacia el cielo y la multitud de pequeñas ramas que crecen horizontalmente,  brotando de la gruesa corteza y casi desde el mismo pie de los árboles. Calibramos el diámetro de los ejemplares más grandes rodeándolos cogidos de la mano.






>

Dejamos atrás las secuoyas e iniciamos el regreso por la senda de la tejera. Acortamos luego  por  la senda del roble hasta la pista de acceso principal que nos lleva de vuelta al aparcamiento.


WEBS DE REFERENCIA:



Powered by Wikiloc

2 comentarios:

  1. Hola Nuria.

    Pues mira que cuando fuimos a la cueva del Soplao, pasamos por Cabezón de la Sal, pero no sabíamos de la existencia de este bosque, aunque Adrián por aquel tiempo era muy pequeño.

    Una lastima la lluvia, os privo y nos ha privado, de disfrutar de este magnifico bosque, durante más rato, pero las fotografías reflejan bien, la grandiosidad de esta rareza, que yo si no recuerda mal, no he visto ningún ejemplar, algunos con un tronco de unas proporciones descomunales.

    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Eduardo,

      Nosotros tampoco teniamos noticia de este bosque. Como sabiamos que iba a hacer muy mal tiempo, dedicamos la mañana a visitar el Museo de Altamira y el Capricho. Fue de vuelta cuando pasamos junto a los aparcamientos y nos sorpredió que hubiera coches aparcados con el dia tan malo, algo interesante tenia que haber en ese bosque. Fue mirar google maps y alli aparecia la etiqueta de "bosque de secuoyas". Por supuesto, nos dimos la vuelta y nos pusimos los chubasqueros, era la primera vez que ibamos a ver un bosque de secuoyas . Fue una grata sorpresa!

      Un saludo,

      Eliminar