martes, 18 de agosto de 2020

Cerro de la Matilla

Ruta circular
distancia: 11,8 Km.

desnivel: 357 m. altitud min: 963m.    altitud max: 1229m.
dificultad: Fácil

A mi padre, que caminó por estas laderas infinidad de veces y que tanto ama estas tierras. Siempre pertenecerá a este lugar.

Ruta circular partiendo del pueblo de Azcamellas que sube al cerro de la Matilla y recorre el altiplano cimero. El cerro de la Matilla se ubica en el término municipal de Medinaceli, en la zona sur de la paramera y en las estribaciones de la Sierra Ministra (según algunos está incluido en la sierra, otros lo consideran fuera de la misma, en sus límites).

La paramera de Medinaceli se caracteriza por sus anchos valles alargados, recortados entre espolones aplanados. La posición central de este páramo la ocupa el valle oblicuo del Jalón, colector de toda la red hidrográfica de la zona. Los primeros afluentes del Jalón son todos los arroyos que discurren por los valles casi perpendiculares al norte y sur del río.

Los valles del sur son más largos y presentan cabecera en fondo de saco, en especial el valle de Arbujuelo y el de Azcamellas-Sayona. Estos dos valles están separados por un alargado y amesetado espolón, el cerro de la Matilla que exploramos en esta ruta.

La sierra Ministra, situada entre las provincias de Soria y Guadalajara, es una de las sierras occidentales del sistema Ibérico, sirviendo de enlace con el sistema Central.

En este recorrido podremos ver casillas (o casillos)  en los pueblos y parideras en las faldas de los cerros. Ambas son construcciones tradicionales del sureste de la provincia de Soria y noreste de la de Guadalajara. Las casillas se construían en las eras para guardar los aperos de la trilla. Otras se integraban en el casco urbano del puedo destinadas a diferentes usos: gallinero, leñera, colmenar.. Las parideras eran utilizadas por los pastores para  guardar los rebaños de ovejas y cabras, protegiendolas de las inclemencias del tiempo y de los ataques de zorros y lobos. Cuando el rebaño salia a pastar, las hembras preñadas permanecían encerradas para parir aquí y que oveja y cordero se mantuvieran a salvo cuando los depredadores acudieran buscando alimento atraídos por olor de la placenta. Los rebaños también se recogían en las parideras cuando no estaban bajo la vigilancia del pastor para evitar que arrasaran los cultivos de cereal hasta que fueran cosechados. Lamentablemente, a dia de hoy la mayoría de estas construcciones están en ruinas.

Punto de inicio: plaza del pueblo de Azcamellas.

Iniciamos la caminata muy temprano y aún a oscuras. Son las 6:30 de la mañana y queremos llegar a lo alto del cerro con tiempo para ver amanecer. Incluyo una fotografía de otra ruta, donde he señalado la subida que vamos a realizar). Bajamos por la carretera hasta cruzar el arroyo y nos desviamos a la derecha pasando junto a una nave. Caminamos por mitad de una finca ya cosechada. En otro momento del año, para no pisar los cultivos se puede ir por la linde, un poco más a la izquierda. 


(0,6 Km.) Subimos por una loma atravesando el pinar de repoblación. Hay una senda más a la derecha, pero con las prisas y la poca visibilidad que nos proporciona la linterna del movil, no nos molestamos en buscarla y subimos lo más recto posible. Una vez arriba seguimos por el hombro hasta enlazar con la senda. 

(1,4 Km.) Bifurcación. Seguimos por el ramal de la izquierda. Echamos la vista atrás para ver Azcamellas con las primeras luces del alba y todavía iluminada por las farolas. Está bastante más oscuro de lo que puede parecer en la foto.

Dejando a nuestra izquierda antiguos restos de corrales,  la senda alcanza el borde de la extensa cumbre amesetada.




(2 Km.) Seguimos un poco más hasta lo alto de un ligero abombamiento del terreno. El sol todavía no asoma  por encima de la linea de cimas, pero hay nubes y tampoco podremos verlo hasta que suba un poco más. Nos sentamos a esperar unos minutos mientras acompasamos la respiración. Al norte se ve la villa de Medinaceli a la luz de las farolas. Hacia el sur del cerro apenas despunta la silueta de la Cocota sobre un cielo que empieza a colorearse de tonos rosados y anaranjados. Este altiplano resulta  árido y desolado. En las laderas y valles el paisaje se suaviza pero manteniendo una tónica de sobriedad y austeridad. Nada te sorprende ni te deja boquiabierto. La belleza de estos parajes es muy sencilla y discreta, sin concesiones, que hay que saber buscar en los pequeños detalles y en los pequeños contrastes. En estas tierras solo el cielo llega a resultar espectacular, por su azul tan limpio de dia y su azul profundo cuajado de estrellas por la noche. En lo alto del cerro, cuando solo queda a la vista la franja parda de la gran planicie que se funde con el horizonte, el cielo acapara prácticamente todo el campo visual y resulta impresionante en su inmensidad.






Sin dejar de mirar de rato en rato al sol que se va elevando entre las nubes, iniciamos el recorrido por el lateral de la cima que asoma al valle de Sayona y Azcamellas y vamos avanzando por este borde.






(3,1 Km.) La Morra, con sus 1237m. es el punto más alto de este cerro, sobresaliendo apenas unos metros sobre la planicie. También es la tercera altura de la Sierra Ministra, después de el Ministra (1312 m.) y el Alto de la Mata (1277 m.). Un vértice geodésico corona este altozano.

Justo al frente está el pequeño pueblo de Azcamellas, rodeado de un colorido mosaico de fincas.

Bajo la Morra, siguiendo la linea de la ladera, emerge una superficie rocosa, como un gran cascarón. En el pueblo se conoce como Peñas Blancas, aunque en los mapas no he visto ningun nombre para esta peña.




Dejamos atrás la Morra. La erosión va dejando a la vista las rocas más grandes en los bordes del cerro, la rocas sueltas ruedan ladera abajo y quedan recogidas en una hoya. Vemos el primer corzo de la mañana, un animal muy abundante en la zona a falta de depredadores naturales.





(3,9 Km.) Pasamos junto a las dos peñas del Alto de la Choza. Luego vamos perdiendo algo de altura llegando a un barranco que parte en dos el extremo del cerro, dejando un estrecho brazo a la izquierda por el que seguimos un tramo.






(4,8 Km.) Decidimos cruzar el barranco antes de que se haga más profundo y subimos por detrás de la Peña del Molino, dejando la corona rocosa  a nuestra izquierda.




(6 Km.) En la punta norte del cerro, sobre el valle del Jalón. Paralela al rio discurre la autovia A-2. A la izquierda de la foto, hacia el NO quedan Medinaceli-Estación y Medinaceli villa. Esta última más elevada y asentada sobre un cerro, domina el  valle de Arbujuelo que se extiende hacia el SE. La villa fue declarada conjunto Histórico Artístico y el valle se nombra hasta 3 veces en el Cantar de Mio Cid . En el fondo del valle hay una explotación tradicional de sal, mineral que se obtenía  gracias a la elevada concentración de sales en el subsuelo. Las piscinas se llenaban con el agua obtenida a decenas de metros de profundidad. Al evaporarse el líquido, la sal quedaba en los cubículos. Valle arriba vemos el pueblo de Salinas de Medinaceli, y más adelante en la cabecera del valle está Arbujelo.





En esta vertiente del cerro, las peñas y los salientes rocosos afloran a media ladera y son buenas atalayas para los buitres, que levantan el vuelo cuando nos ven acercarnos.

(6,7 Km.) Pasamos junto a otra paridera hundida, cercana a la Peña Redonda.





El camino nos lleva a la zona central del altiplano y se acerca otra vez a la Morra. (8,5 Km.) Bifurcación. Por la izquierda el camino rodado baja hacia Arbujelo. Continuamos por la derecha. Pasamos por el altillo desde donde vimos amanecer y nos acercamos a unas cornisas donde una bandada de buitres levanta el vuelo hacia otro roquedo más alejado.






Un último vistazo hacia Arbujuelo y hacia Medinaceli .



y cruzamos el cerro para descender por las parideras de Valdaraje. Los cardos crecen enormes en los viejos corrales abonados por los restos de estiercol. 

(10,3 km.) Nos unimos al camino de subida. Poco más de 100m. más adelante lo  abandonamos para bajar por el lado izquierdo del cerrillo que tenemos enfrente. 

(11,2 Km.) Hasta llegar a la pista que va a Sayona. la seguimos  300m. en dirección opuesta. Nos desviamos a la izquierda para llegar por otra pista hasta Azcamellas.







Más fotos de  corzos , buitres y de un rebaño de ovejas que hemos ido viendo por el camino.










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2 comentarios:

  1. Gran reportaje de esta nueva ruta que me apunto para cuando volvamos a ser libres, y precioso homenaje. Saludos desde Cantabria.

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  2. Muchas gracias por el comentario, Germán. Ojalá que pronto podamos viajar libremente y disfrutar de esas rutas que se nos van acumulando en la lista de lugares a visitar.
    Un saludo

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