Llanos y cascadas de La Larri

Ruta circular
distancia: 9 Km.
desnivel: 395m. 
altitud min: 1267 m.      altitud max: 1642 m.
dificultad: baja

Ruta circular desde el aparcamiento de Pineta. Junto a  la ermita de la Virgen de Pineta una senda  sube por hayedo y enlaza con la pista que llega hasta los llanos de La Larri. Luego  recorre la planicie hasta el fondo de este valle donde  cae el salto de La Larri. De regreso baja por una senda acondicionada con  miradores para contemplar los múltiples saltos que forma  la cascada de La Larri en su caída hacia el valle de Pineta.

Para llegar al punto de inicio: circulando por la A-138 dirección Bielsa-Francia, poco después de sobrepasar Bielsa tomamos un desvío a mano izquierda hacia el Parador y el Valle de Pineta, es la carretera HU-V-6402. Esta carretera llega a entrar a Bielsa y continúa hasta el fondo el valle de Pineta. Poco antes de llegar al parador, veremos un desvío a la izquierda que cruza el puente sobre el río Cinca para acceder a la explanada donde está la caseta de información y el aparcamiento.

Iniciamos ruta  caminando hacia  la carretera para continuarla desde el puente y llegar en 200m. hasta la ermita de Ntra. Sra. de Pineta, situada a la derecha de la carretera. Por detrás de la ermita, junto a una fuente, nace la senda por la que iniciamos la ruta. La senda se introduce en un frondoso bosque de hayas, tan tupido que apenas entran los rayos del sol. La subida se hace dura ya que desde el inicio es pronunciada y constante, superando en menos de 2 km. casi todo el desnivel de la ruta, por un tortuoso sendero salpicado de grandes piedras y atravesado por las raices de los árboles.
 

(1,6 Km.) La senda sale del hayedo y desemboca en la pista de La Larri. Hacia la izquierda está la barrera que cierra la pista  ya que el tráfico rodado está  permitido solo  a vehículos del parque. Nosotros nos vamos a la derecha .Esta pista sube suavemente, dibujando amplias lazadas. Como ya hemos calentado las piernas en la subida por la senda, atajamos cortando las curvas más pronunciadas por trochas claramente marcadas en el terreno, entre los helechos. La vegetación predominante es ahora el pino silvestre que va clareando en la subida, permitiendonos avistar la sierra de las Sucas, las paredes de Pineta con sus picos cimeros y la gran cascada del Cinca.

(2,2 Km.) Encontramos un panel con información del glaciar de Monte Perdido, en claro retroceso, estando a dia de hoy segmentado en 2 unidades: la masa de hielo de la terraza superior y la de la  inferior. Desde aquí también vamos viendo las montañas que  limitan el valle de La Larri.

(2,4 Km.)Alcanzamos el  límite del valle, unas rocas a la sombra de arboles  y  arbustos  nos parecen un buen lugar donde tomarnos un respiro y descansar. Cerca está el Refugio.

( 2,5 Km.) Nos acercamos al refugio de La Larri y comenzamos a recorrer el extenso valle por el sendero hollado en el pastizal. Sorprenden sus dimensiones, es un valle de fondo plano, ocupado por grandes prados donde pastan vacas y caballos y delimitado lateralmente por altas paredes escarpadas. Nos dirigimos a la cascada que se divisa al fondo del valle.

Este valle , colgado más de 300 metros por encima del de Pineta, fue labrado por  un glaciar lateral que desembocaba en el glaciar de Pineta.Después de que se alcanzase la máxima expansión de los hielos (hace 65.000 años) comenzó la retirada de los glaciares.El glaciar de La Larri, más pequeño y peor alimentado, se retiró a mayor velocidad que el glaciar principal de Pineta. Pero el glaciar de Pineta y su morrena lateral obturaron el valle de La Larri y no permitían que el agua de escorrentía y deshielo fluyera libremente.El resultado fue la formación de una verdadera presa natural, tras la cual se originó, hace unos 40.000 años, un lago de unos de 40 metros de profundidad. El lago se fue rellenando de sedimentos hasta quedar completamente colmatado y  hace unos 11.000 años el río La Larri ya cruzaba
el valle de parte a parte.

(4,1 Km.) Llegamos junto a la cascada o salto de La Larri. Las aguas provienen de los lagos de la Munia (o ibones de La Larri o gorgas del Tormacal) y rompen en varias saltos al descender el barranco. Subiendo por la derecha del salto podemos acceder al borde de la cubeta horadada en la roca por el último salto de agua. Seguimos subiendo por encima de este salto a la base del segundo. Hacia abajo se puede ver lo concurrido que está el lugar, todos los visitantes que venimos a contemplarlo  nos vamos  repartiendo alrededor del salto y el río, buscando acomodo entre las rocas.

Nos alejamos buscando una zona tranquila junto al río para comer y que los niños puedan jugar. Reanudamos la marcha, ya de regreso, por la margen derecha del río sin camino definido.

(4,3 Km.) Cruzamos el pequeño puente metálico sobre el río La Larri. Está ya al borde del valle donde, entre grandes bloques de roca, el agua del río inicia la vertiginosa caida hacia el valle de Pineta.

Bajamos por la misma pista de subida, atajando para acortar camino. 

(6,6 Km.) Pasamos de largo el desvío a la izquierda para bajar por la senda del hayedo, continuamos por la pista cruzando la cancela que cierra el paso a los vehículos. La pista desciende ahora entre altos ejemplares de pinos y hayas.

 (6,9 Km.) A la derecha de la pista la fuente de Sucarranz, con un chorrillo de agua suficiente para rellenar las cantimploras. Y el puente que salva el descenso de rio, desde donde podemos contemplar el primer salto la cascada escalonada de La Larri, con un potente caudal incluso en verano. Resalta el color rojo de la pared por la que se desliza el agua, originado por la oxidación de los minerales de hierro que contienen las areniscas. Unos 60 m. después encontramos el  desvío a la izquierda hacia las cascadas de La Larri y la pradera de Pineta.

Cogemos este desvío a la izquierda para bajar por un estrecho camino acondicionado con escalones y barandas de madera que facilitan el acusado descenso y con balcones hacia los numerosos saltos que conforman esta larguísima cascada en su descenso hasta el valle para unir sus aguas a las del rio Cinca.

 

(8 Km) Cruzamos el  cauce seco que desciende del barranco de Montaspro. Un cartel avisa de los peligros de cruzar los cauces fluviales por el riesfgo de crecida brusca en caso de lluvia, pero estamos en verano y no lleva agua.
Y ya en el valle continuamos por la pista que nos lleva de regreso al aparcamiento después de cruzar el puente sobre el río Cinca. No podemos dejar de levantar la vista hacia el imponente circo de Pineta para dar por teminada esta ruta con su poderosa imagen.

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