Cascada de las Negras

Ruta lineal  i/v
distancia: 9,5 Km.
desnivel: 420 m. Altitud min:1228 m. altitud max: 1632m.
dificultad: baja-media

Ruta lineal que recorre la parte inferior de la Canal de Izas hasta llegar a la Cascada de las Negras, también conocida como Cascada de las Divinas. Es un majestuoso salto de agua en cuya base se forma una amplia poza donde se puede disfrutar de un refrescante baño.

El canal de Izas se sitúa en la zona  más oriental de la comarca de la Jacetania , en la parte alta del valle del río Aragón y en su margen izquierda. Este canal, abierto por erosión fluvioglaciar entre el Anayet al norte y el Campanal de Izas, forma un estrecho y alargado valle, de unos seis km. de longitud aproximadamente, dispuesto de oeste a este. Sus aguas se unen al Río Aragón junto al Coll de Ladrones, aguas arriba de la Estación de Canfranc.

PUNTO DE INICIO: Llegamos a Canfranc Estación por la N330 en dirección a Francia. Continuamos hasta el final del pueblo donde nos vamos a la derecha  cruzando el río por un puente para coger la pista que sube al Coll de Ladrones. Aunque habíamos leído que se podía subir en coche hasta una explanada que hace la función de aparcamiento, lo cierto es que a los pocos metros de circular por la pista ya vemos coches aparcados al borde la misma y pronto encontramos una barrera que cierra el paso a los vehículos. Por suerte queda algún hueco para aparcar, pero lo más sencillo sería dejar el coche en algún aparcamiento y subir andando hasta aquí.

Comenzamos nuestra ruta subiendo por la pista en dirección al fuerte Coll de Ladrones, bien visible en lo alto del monte Cod de Ladrones. Esta edificación ha tenido una historia accidentada. Su edificación se inició en 1752, a raíz de la construcción de la carretera francesa Olorón-Somport,  con el afán de redoblar la seguridad del valle. Pero las continuas filtraciones la hicieron inhabitable y quedó abandonada en pocos años. En el año 1900 fue totalmente reconstruida, pero fue cayendo en desuso quedando totalmente abandonada en los años 50. En 1990 el Ministerio de Defensa subastó el edificio que fue adquirido por una empresa privada, que intentó acondicionarlo y abrirlo a las visitas unos años después, pero hoy en día está cerrado.

(0,8 Km.) Cogemos un atajo para evitar la larga vuelta que da la pista. Cuando retomamos la pista esta gira hacia el este, atravesando una explanada que en otro tiempo era usada como parking, y dejando atrás el fuerte desciende suavemente  aproximándose al rio. 

(1,5 Km.) Poco antes de llegar a la pequeña presa del barranco, abandonamos la pista por la derecha para continuar por un sendero siguiendo las indicaciones del GR-11 hacia Formigal y el Coll de Izas. Ganando altura entre los pinos, vamos dejamos abajo el río que se precipita entre las rocas hasta quedar remansado en la presa.

El terreno se vuelve mas accidentado por la pedriza de la Cantalera. El sendero serpentea buscando paso entre los bloques de piedra y sorteando pequeñas barranqueras.

(3,3 Km.) Entramos en una zona mas amplia, cubierta de prados y ya sin árboles, donde la pendiente disminuye. Abajo a la izquierda se ve el rio y algunos bañistas sobre las rocas, aprovechando los últimos rayos de sol.

(4,2 Km.) Vadeamos un torrente que desciende por  la derecha, bajo el circo de Samán o de Iserías. Al fondo se perfilan la peculiares formaciones rocosas del Campanal de Iserias y mas a su derecha tenemos la Pala de Ip.

En cuanto terminamos de cruzar el barranco empezamos a divisar la parte alta de la cascada.

(4,6 Km.) Cruzamos el lecho de otro torrente pasando de piedra en piedra y seguimos por una senda que se va hacia la izquierda para descender hasta la poza sobre la que cae la cascada de las Negras. 

(4,8 Km.) Cascada de la Negras. Es un bonito salto de varios metros por una pared vertical. En otras épocas del año, con mas agua, será mas majestuoso. La cascada, orientada hacia poniente, sigue soleada a las 6 de la tarde, que es la hora a la que llegamos, y apetece darse un chapuzón. Para nuestra sorpresa, el agua esta fría pero no helada como suele ser habitual, por lo que podemos aguantar un buen rato dentro de la poza. 

Después de secarnos al sol, regresamos por el mismo camino.

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